EL ESTADO CON POLÍTICA DE GUERRA NO DE PAZ

EL ESTADO CON POLÍTICA DE GUERRA NO DE PAZ

Himelda Ascanio

Las dinámicas del conflicto social, político, económico y armado en Colombia, presentan múltiples expresiones, que se repiten cíclicamente con mayor intensidad, como respuesta ante el evidente desprecio del Estado, por asumir las transformaciones que permitan superar los problemas profundos que lo generan.

Durante la gestión del Gobierno Petro (2022-2026), quedó en evidencia la absoluta negativa de los órganos del Estado para permitir y sopesar reformas, aunque no fueran muy profundas, que posibilitaran algunos beneficios para las mayorías. Más allá de la fracasada estrategia del gobierno al intentar negociar una supuesta gobernabilidad, el régimen a través de las ramas del Estado negó la mayoría de iniciativas reformistas del gobierno, lo cual solo beneficia a quienes quieren mantener sus privilegios y las desigualdades, y seguir atizando el conflicto interno.

Incumplir es una política de Estado

Las organizaciones populares y el movimiento social tienen sistematizado una lista de compromisos que el Estado colombiano ha incumplido. Movilización tras movilización, la lógica es la misma: promesas de cumplimiento frente a acuerdos incumplidos. Una de las razones de esta espiral de desgaste y desdén frente a las exigencias populares, es la infinita burocracia y las marañas leguleyas, que imposibilitan aún más las posibilidades de concretar soluciones.

Igual pasa con los acuerdos en negociaciones, diálogos y mesas de paz. Más allá de la errónea política de paz presentada por el gobierno Petro. Incumplir en estos procesos es una repetición en todos los gobiernos.

Además de la propia falta de compromiso y seriedad desde el alto gobierno para asumir un proceso de diálogo, desde la negativa a los principios fundamentales de la Buena Fe y el cumplimiento de lo que se pacta, es real que existe una ausencia total de disposición del Estado para facilitar la concreción de lo acordado.

Los propios funcionarios y delegaciones del gobierno conocen esta realidad, pues ante los reclamos, las excusas siempre se sustentan en las “dificultades para coordinar entre entidades” o la imposibilidad de cumplir ante la trillada “independencia de poderes del Estado”. La voluntad de transformaciones y de construcción de paz, se ahogan en las estrategias de entrampamiento diseñadas por el régimen.

La gravedad se hace mayor con la ampliación de las desigualdades, las políticas de persecución y exterminio de los liderazgos sociales, y la Doctrina de Seguridad. Pues ante la imposibilidad de generar transformaciones necesarias, pero sí la continuidad de estas políticas de guerra contrainsurgente, se perpetúa el conflicto y la violencia. En contraposición de la solución política.

Mientras ese diseño no cambie y el Estado sea uno para la guerra, pero no exista para la Paz, será imposible el desarrollo de procesos de construcción de las transformaciones necesarias para superar el conflicto. Seguirá esa espiral de incumplimientos y burlas, y tendrá que ser desde las fuerzas populares movilizadas, quienes forjen dichos cambios, por las vías que sea necesario.

Asesinados de la semana

Ruviel Hurtado Gironza, era un reconocido líder social y miembro activo de la Mesa de Víctimas, destacado por su trabajo en favor de la comunidad del municipio de Sucre, Cauca; fue hallado con múltiples impactos de arma de fuego en el sector conocido como Puente Fierro, en el corregimiento de Los Uvos, jurisdicción del municipio de La Vega, Cauca.

Guillermo Velasco, era un reconocido líder social y campesino, fundador de la Asociación Agroperpetua, desde donde apoyaba a pequeños productores y agricultores. Se desempeñó como vicepresidente del acueducto del Socorro, liderando luchas por la garantía del derecho al agua comunitaria y fue integrante de la Junta de Acción Comunal (JAC) de la vereda La María; fue asesinado el 27 de octubre cuando hombres armados llegaron al sector de la finca La Abadía, perteneciente a Agroperpetua, en el corregimiento de Tenjo, Palmira, Valle del Cauca.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *