EL MODELO TRICKLE DOWN EFFECT ROBUSTECE LA CRISIS

EL MODELO TRICKLE DOWN EFFECT ROBUSTECE LA CRISIS

Chavela Villamil

La acumulación de capital en un reducido gripo plutocrático amplia la brecha de desigualdad y basar el desarrollo en el beneficio tributario de un reducido megagrupo empresarial detrae el desarrollo social. Para democratizar la economía hay que priorizar la reproducción de la vida y no la reproducción del capital.

La aplicación continua de un modelo económico de libre mercado, que monopoliza la riqueza en un reducido grupo plutocrático, incrementa la desigualdad y la pobreza (monetaria y multidimensional), además de desacelerar el mercado global y afectar enormemente nuestro mercado interno; que incrementa el déficit de poder adquisitivo, impactando el mercado interno y desacelerando nuestra economía.

Además, las políticas neoliberales implantadas durante décadas, desligan obligaciones estatales a través de la enajenación de activos, para disminuir el compromiso fiscal de este, y consolidar el monopolio financiero, de servicio y productivo en el mismo grupo oligopólico; este modelo genera un déficit general de recursos que exacerba la desigualdad, la pobreza monetaria y multidimensional, a la vez que decrece el poder adquisitivo per cápita.

Un modelo centrado exclusivamente en la acumulación oligopólica va en total contra vía del deber ser de la economía, que tiene como objetivo central satisfacer las necesidades básicas de la población, reduciendo al mínimo la brecha de desigualdad y la línea de pobreza moderada y extrema, además busca que el sistema fiscal y tributario tenga un enfoque redistributivo; desde luego, este paradigma económico no es más que una utopía, que cada día se diluye en una economía de libre mercado, donde el fin prioritario es la acumulación de capital.

Por qué fracasó el neoliberalismo

En referencia a la tributación Michael Roberts considera que, los estímulos fiscales a través de más gasto público y el aumento de los déficits presupuestarios de los gobiernos, es la manera de poner fin a la Larga Depresión y evitar una nueva recesión”, además, una mayor flexibilización monetaria o estímulos fiscales más fuertes, pueden detener la recesión que se aproxima; esto se debe a que no tiene que ver con la débil ‘demanda agregada’, ya que el consumo de los hogares en la mayoría de las economías es relativamente fuerte porque la gente sigue gastando más, a través de un mayor endeudamiento” [*].

El Efecto Goteo o Trickle Down Effect (TDE, por sus siglas en inglés), es una teoría económica neoliberal que se dedica al crecimiento y favorecimiento tributario de las grandes empresas y emporios, bajo el supuesto que al enriquecerlas, estas gotearían tal riqueza hacia las capas bajas de la sociedad, por medio de crear empleo. Tal dogma aplicado en todo el mundo por más de tres décadas, ha conseguido expandir la desigualdad social y el hambre, a la vez que ha acumulado más riqueza en los megarricos.

Desde la Apertura Económica de hace tres décadas, en Colombia abrieron la economía a la flexibilización económica, lo que ha incrementado el déficit de cuenta corriente a términos casi insostenibles; por si fuera poco, ha dejado que el mercado de mínimo y corto plazo sea reemplazado por la economía informal, lo que genera masa monetaria fluctuante pero de carácter volátil, que incrementa el déficit de costo de vida y amplía la brecha de pobreza monetaria y la pérdida de poder adquisitivo per cápita.

La economista Emily DiVito afirma que, “los recortes regresivos del impuesto de sociedades no aumentan significativamente los ingresos de las familias trabajadoras, pero sí reducen la capacidad del gobierno para financiar los ingresos familiares y el apoyo a los cuidados; además, una política fiscal corporativa sólida es vital para todos los aspectos de una economía próspera, no reinventar un uso más ambicioso e integral de la política fiscal corporativa nos impide lograr una economía y una sociedad más equitativas, sostenibles y democráticas para todos» [**].

Retos y nuevos paradigmas económicos

Solventar los impactos de la recesión económica global que se avecina, más allá de incrementar el recaudo tributario e incrementar el PIB nacional, tiene implícito la reformulación de la actual política económica y el replanteamiento de un paradigma económico y financiero que se centre el decrecimiento del Gasto Corriente (burocracia, guerra, pago  de la Deuda Externa -DE-), con el congelamiento de la DE y una posible refinanciación de la misma; al igual que una política de tributación con énfasis redistributivo, donde el mayor aporte lo hagan los grandes capitales y que las capas sociales medias y bajas sean exentas, para que este dinero se pueda percibir en fluctuación de masa monetaria, para remediar la caída abrupta que sufre la demanda y dinamizar los mercados.

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[*] El detonante de la nueva recesión mundial. Sin Permiso, Michael Roberts, 30-07-2024

[**] Reports expose deep harms of corporate tax cuts and ‘trickle down’ ideology. Common Dreams, 23-01-2024.

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