EL TÍO SAM Y LOS CONFEDERADOS

EL TÍO SAM Y LOS CONFEDERADOS

Damaris Izaguirre

Trump 2.0 encarna con vehemencia la política imperial de EEUU, hablando de libertad, empuña banderas de paz, a la vez que esgrime las bayonetas para atacar a todo aquel que no obedece sus órdenes y no aporta a los intereses geopolíticos e imperiales del Tío Sam.

Tras las recientes elecciones en Bolivia, prosigue la retoma de la derecha extremista en diferentes países de América Latina; que envalentonan al ‘rufián de barrio’ -Trump-, para proseguir planes que le permitan retomar lo que él considera su ‘patio trasero’; despliegue que le sirve como ‘cortina de humo’ para esconder los graves problemas internos que tiene Estados Unidos, y la debacle que sufre por el rechazo mundial al genocidio que perpetra en Gaza.

El despliegue militar que los EEUU han hecho en los últimos días, sobre la zona circundante de Venezuela, al reforzar su presencia militar en el Caribe, con tres buques de guerra y más de 4.000 Marines, que según la Casa Blanca, tiene como objetivo, “frenar el flujo de drogas hacia EEUU, además EEUU está preparado para usar todo su poder y llevar ante la Justicia a los responsables del narcotráfico”. Amenaza que es una afrenta al pueblo y el Gobierno venezolano y un atentado a la autodeterminación de los pueblos, pues con la trayectoria belicista de EEUU, este despliegue inicia una posible invasión a Venezuela.

Crece el intervencionismo del Tío Sam en América Latina y el Caribe, y mucho más en Gobiernos que no se pliegan a sus intereses como Venezuela, Nicaragua y Cuba; junto a mayor injerencismo en países que están bajo su dominio como el nuestro, en los que aplican su Doctrina de Seguridad Nacional, que considera a todo aquel que tenga contradicciones políticas con el régimen como un Enemigo Interno, que debe ser neutralizado y exterminado sin importar el medio o el método que se utilice; injerencia que llega hasta decir cómo se debe manejar la justicia, como lo hizo recientemente en el caso de la condena al Expresidente Álvaro Uribe.

El Tío Sam ya dejó claro quiénes serán sus pajes y aliados serviles, a su política de remozamiento de un imperio decadente, donde Gobiernos de derecha como los de Milei, Bukele y ahora de Bolivia, serán la ‘piedra angular’ de una política, que pretende evitar la expansión de China, en lo que el Tío Sam considera que son sus colonias históricas; vasallaje al que agrega enfrentar a Gobiernos que no encajan en su esquema imperial.

Desde que los EEUU asumieron como imperio hegemónico, han traído la desgracia y la miseria a los pueblos que resisten su dominio, es algo que no cambiará sin importar quién asuma la presidencia, porque el rol de EEUU no está determinado por los Gobiernos sino por un régimen global, que impone y determina un tal ‘orden basado en reglas’, puesto al servicio de sus intereses imperialistas, en el que EEUU es el máximo representante del terrorismo en la era moderna.

Ante la latente intervención de EEUU en Venezuela, el Gobierno colombiano está en la encrucijada de si acatar a la razón y no facilitar o apoyar cualquier acción de una potencia extranjera contra un pueblo vecino y hermano, o hacer ‘oídos sordos’ de la lógica y facilitar el injerencismo norteamericano, quizás no con tropas pero si permitiendo que EEUU despliegue fuerza desde las decenas de Bases Militares – la más reciente la de la Isla Gorgona-, que tiene el Tío Sam en nuestro territorio; ¿Petro acatará los planes imperialistas del Tío Sam?, ¿la derecha recalcitrante colombiana saldrá a respaldar a los EEUU?, ¿los colombianos nos dejaremos ‘lavar el cerebro’ de los medios de comunicación y apoyaremos la invasión a un país hermano?

En este contexto es perentorio ser la voz independiente y llamar a la unidad de ‘Los Nadie’ y los latinoamericanos, no solo para defender a Venezuela, sino para hacer respetar la libertad y la autonomía de los pueblos; no podemos olvidar, que hoy van por los venezolanos, pero en un futuro vendrán por nosotros, debemos tener claro que el Tío Sam no tiene amigos, tiene intereses geopolíticos y geoestratégicos y en base a ellos mueve sus fichas y sus tropas.

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