LA LEY IVE

Omaira Sáchica

En Argentina el pasado 30 de diciembre el Senado aprobó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) durante las primeras 14 semanas, en medio de un álgido debate nacional.

El empobrecimiento, exclusión y discriminación, además de la ausencia de un sistema público de salud, que proteja a las mujeres gestantes y garantice la seguridad alimentaria de las madres cabezas de hogar, entre otras, han convertido el aborto clandestino en una práctica masiva, por lo que la mortalidad por abortos mal practicados se ha incrementado considerablemente.

Según la Organización Mundial de la Salud durante el 2019 a nivel global se practicaron 25 millones de abortos peligrosos (el 45 por ciento del total de abortos), se calcula que en América Latina durante el mismo periodo se practicaron 7,4 millones de abortos [1].

El Instituto Guttmacher afirma que los abortos inseguros son más frecuentes en países donde hay restricciones legales (31 por ciento), y menos frecuentes en países donde el aborto es legal (1 por ciento); a nivel global se estima que el 56 por ciento de los embarazos no planeados terminan en aborto [2].

A nivel global solo en 66 países incluyendo Argentina se permite el aborto de manera legal, la mayoría de éstos están ubicados en el Hemisferio Norte, mientras en 15 países prohíben esta práctica sin ningún tipo de excepción, en los países restantes existe una despenalización parcial [3].

A nivel de Latinoamérica y el Caribe sólo en 4 países está legalizado el aborto: Uruguay, Cuba, Puerto Rico y ahora Argentina; en 5 países el aborto está penalizado sin excepciones, El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Haití [4]; en los demás países de América Latina el aborto está despenalizado parcialmente, y las causales giran en torno a violencia sexual y el inminente peligro de la vida de la gestante.    

Argentina, un país más donde el aborto es legal

Tras una ardua lucha de múltiples sectores, en especial el sector feminista, el 30 de diciembre el Senado Argentino con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención, aprobó la propuesta para legalizar el aborto en las primeras 14 semanas de embarazo, conocida como Ley IVE.

La aprobación de la IVE ha suscitado polémica y desencuentros con sectores encabezados por las iglesias que están en contra, mientras muchas mujeres, el movimiento feminista y sectores progresistas celebran esta decisión.

El Papa Francisco afirmó que “los cristianos, como todos los creyentes bendicen a Dios por el don de la vida, porque vivir es ante todo haber recibido la vida. Todos nacemos porque alguien ha deseado para nosotros la vida” [5].

El Presidente Alberto Fernández, quien apoyó la Ley IVE afirmó que «la criminalización del aborto de nada ha servido, solo ha permitido que los abortos ocurran clandestinamente en cifras preocupantes» [6].

Principales aportes de la Ley IVE en Argentina

1.- Permite a las mujeres y personas con otra identidad de género decidir libremente la interrupción del embarazo y acceder a atención postaborto.

2.- El aborto se permitirá hasta la semana catorce, después de este tiempo sólo se permite en caso de violación o peligro de muerte de la gestante.

3.- El profesional de salud que deba realizar el procedimiento de interrupción de la gestación tiene derecho a ejercer la objeción de conciencia; sin embargo, la objeción de conciencia no aplica cuando la causante es el riesgo de la vida y requiera atención inmediata e impostergable.

4.- Entes públicos y privados deben incorporar la cobertura integral y gratuita de la IVE.

5.- El Estado tiene la responsabilidad de implementar la Ley de Educación Sexual Integral, es decir, promover y fortalecer la salud sexual y reproductiva de toda la población.

Impacto en América Latina y el Caribe

Una de las impulsoras de la Ley IVE en Argentina afirma que “lo sucedido aquí es un mensaje para el movimiento de mujeres de la región, que las luchas tienen réditos y que no hay pandemias que las paren; además, espero que la legalización en Argentina ponga el debate en la agenda de las naciones vecinas” [7].

Si bien la legalización de aborto suscita un álgido debate, en términos de salud pública el aborto y en especial las consecuencias funestas que trae la práctica de abortos ilegales y en condiciones letales, obliga a los Estados a evaluar las medidas y políticas en referencia a salud sexual y reproductiva.