SOÑAR NO CUESTA NADA

SOÑAR NO CUESTA NADA

Comandante Antonio García

La crisis que padece el Gobierno de Petro y su gabinete de ministros es más profunda de lo que se cree. La corrupción va siendo un gran remolino que todo se traga, hasta las mejores intenciones de algunos pocos funcionarios y funcionarias decentes que tratan de actuar al servicio de la sociedad. Hablando de corrupción, algunos ya decepcionados dicen: «la mierda circula en respetables cantidades por los pasillos de Palacio».

En estos tiempos en que los astros se alinean, no se pierde nada con soñar en un milagro; pues en la recta final de este gobierno casi que no hay tiempo para balances, los fracasos son evidentes y lo único que podría salvar al Presidente Petro es:

Que renuncie a la guerra contra el pueblo, guerra declarada no solo al ELN, sino también a las regiones. Este gobierno lo hace a la vieja usanza de chulavitas, gringos y oligarcas señalándolas como «zonas rojas» donde se aplica la estrategia de tierra arrasada.

Que renuncie a estar sometido al yugo político y militar de los gringos, que le han dictaminado marchar por el sendero de la guerra regional atacando a los vecinos. No de otra forma se explica el sonsonete de que en el Catatumbo hay un ejército extranjero, pobre falacia para justificar la militarización con intenciones non sanctas.

Que renuncie a la alianza con la oligarquía, que es en ultimas la que gobierna. Esta oligarquía lo mantendrá en la silla presidencial, pero a costa de no dejar hacer cambio alguno. El pacto por Colombia debe ser con el pueblo, no con el que se llama a la calle para ser usado a conveniencia, sino al verdadero sujeto de las trasformaciones profundas.

Que renuncie al autoritarismo como forma de gobernar y tratar a sus funcionarios. Renuncie al ego, pues gobernar es servir y no se llega ahí para obtener elogios. ¿De qué vale tener 10 millones de seguidores si el pueblo sigue aguantando hambre?

Sobre todo, renuncie a la mentira. Le decía en un mensaje anterior que peligrosamente ha empezado a usar los métodos del fascismo: repetir una mentira hasta hacer creer que es la verdad. El estar en el gobierno le ha proporcionado una eficaz máquina de información y propaganda, sostenida por bodegas, influencers pagos, medios públicos y acceso a redes. Esa máquina en no pocas ocasiones está siendo usada como instrumento de guerra, fabricando y replicando mentiras que difunden odio, pero no es solo eso: las mentiras crean el contexto para su estrategia de guerra subsidiaria impuesta contra la revolución y el pueblo.

Usted podrá repetir millones de veces que el ELN no es una insurgencia revolucionaria, o que no hay justificación para el levantamiento armado, o que las mafias con las que gobierna dejaron de serlo, o que todo aquel que lo critica es uribista, y efímeramente sus bodegas podrán crear la sensación de que esas son verdades, pero en los barrios, las veredas, las fábricas, oficinas y calles, donde nuestra militancia camina diariamente, lo que hay es decepción. También permanece un poco de expectativa. En ultimas la historia saldará, más temprano que tarde, cuentas con la mentira. Lo que hoy es un mito creado en las redes, mañana será puesto en su lugar.

Señor Petro, a todo esto debe renunciar para cumplirle al pueblo que lo eligió. Si termina cantando: ¡No renunciaré!… El poco tiempo que queda, lo habrá desperdiciado.

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