LA PELIGROSA BIPOLARIDAD DEL PRESIDENTE

Himelda Ascanio
Primero estigmatizó a comunidades campesinas del Catatumbo, a la semana siguiente, no solo acusó a los habitantes del Cauca, sino que los reprimió, literalmente, con fuego; ahora, dizque invita al pueblo a marchar por sus reformas.
Las divagaciones y contradicciones del presidente Petro, harían parecer que sufre de trastornos o delirios bipolares. Pero, realmente, de lo que sufre el presidente es de entreguismo y manipulación: entregado a la continuidad del régimen político de los más ricos, y tratando de manipular las esperanzas de la mayoría, que aún esperan los cambios prometidos por este gobierno.
A 60 días de haberse decretado la Conmoción Interior en El Catatumbo, la única presencia efectiva que ha hecho el Estado es la militar. Al igual que lo acontecido en el cañón del Micay, donde se escenificó un montaje de espectáculo, a los habitantes de El Plateado, en el Cauca, solo les quedará la experiencia de la visita, por primera vez en la historia, de un presidente de Colombia. Después de eso, no hay mucho más, militarización y promesas.
Se quedó hablando solo
Para el capítulo del Catatumbo, son similares el volúmen de la militarización y de los incumplimientos. La aplicación a pie juntillas de la Doctrina del Enemigo Interno, que ve en el campesinado de la región el objetivo a destruir, a lo que suma el descaro de apropiarse de las iniciativas de participación y construcción de las comunidades y organizaciones sociales.
La extraña forma de buscar y aplicar una especie de gobernabilidad militarizada, revela el trasfondo del continuismo de viejas doctrinas y nuevas formas de hacer la guerra. El presidente se mueve entonces entre las viejas doctrinas contra insurgentes y las guerras proxy de la actualidad. Esto es, arrasar territorios con grupos mercenarios, en un reciclaje del paramilitarismo.
La población catatumbera que harto sabe de guerra y conflicto, abandono y lucha, ya conoció y reconoció los ardides de este gobierno, que quiso probarlo y se quedó hablando solo en el calor del Catatumbo. Y se seguirá quedando solo, porque la traición no es tolerable y menos si se pretende acompañar de confusión y manipulación.
Bombardeos de verdad y con mentiras
Contrario a lo que publican y publicitan las empresas de comunicación y los medios del gobierno, las comunidades ya son testigas de los bombardeos por parte de las Fuerzas Militares. Mientras en Bogotá el general Ministro de Defensa va ambientando el supuesto regreso de los bombardeos, el Catatumbo desde hace rato viene sintiendo las bombas lanzadas desde tierra y aire.
Colombia debe saber que las Fuerza Aérea realizó bombardeos con aviones Kfir en Filo Guamo el 4 de febrero, y que ahora el Ejército ataca con artillería pesada desde Tibú y La Gabarra, haciendo bombardeos contra amplias áreas rurales, usando morteros y cañones Thompson Brant y MKEK de 120 milímetros, a distancias entre 7 y 10 kilómetros; ‘bombardeo al área’ proscrito por la legislación internacional, por ser una lluvia de fuego de cobertura indiscriminada de alta letalidad, para zonas de bastante población rural, como lo es El Catatumbo.
Por fortuna, la experiencia de lucha es grande y ha enseñado que el único camino para construir la Paz y las trasformaciones que se requieren, es seguir luchando. Podrán seguirla bombardeando, que esta tierra seguirá pariendo resistencia y rebeldía.
Asesinados de la semana
Neisair Ramos Navas, era un reconocido líder social y político, cofundador del municipio de Guachené, Cauca; fue asesinado el 12 de marzo por hombres armados que interceptaron su vehículo y le dispararon en repetidas ocasiones.
Ismael Borray, era un reconocido líder social y actual presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Caño Santo Domingo, bajo Caguán en zona rural del municipio de Cartagena del Chairá; fue asesinado el 12 de marzo cerca de su lugar de residencia luego de ser obligado a salir de la misma por hombres armados.
Leidy Hoyos, era una reconocida docente del centro educativo La Planada en el municipio de El Rosario, Nariño. También hacía parte del sindicato del magisterio docente (SIMANA); fue asesinada el 14 de marzo, cuando ella y su familia se dirigían a su residencia en el sector Pan de Azúcar, cerca de la vía Panamericana, fueron atacados con arma de fuego bajo el sofisma de un supuesto robo.
Diego Alexander Herrera Carranza, era un reconocido líder social y defensor de DDHH miembro de la mesa de participación de víctimas de Barrancabermeja, Santander; fue asesinado el 14 de marzo por hombres armados en un establecimiento público del barrio Kennedy, comuna 6.