DESFINANCIAR LA EDUCACIÓN, ¿PARA QUÉ?

DESFINANCIAR LA EDUCACIÓN, ¿PARA QUÉ?

Claudia Julieta Parra

El modelo educativo es trascendental en la productividad y el desarrollo, al proveer mejor capacidad y cualificación de la fuerza productiva, además, permite el desarrollo y la implementación de tecnologías de punta en los procesos productivos.

Durante décadas el Gobierno ha desfinanciado el sistema educativo público, en especial el nivel de educación superior (técnico, tecnológico y profesional); la inversión en esta área es mínima y ni que decir de su cobertura y oferta; lo que entrega este espacio al sector privado, mientras el Estado se limita a dar ayudas y subsidios asistencialistas, que permiten estudiar a unos pocos, pero no resuelve en lo más mínimo el déficit educativo de la población.

La Corte Constitucional por vicios de trámite declaró inexequible el artículo 95 de la Reforma Tributaria de 2022, el cual permitía conceder una tasa de interés cero (0 por ciento + IPC), es decir que cerca de 77.000 jóvenes con créditos educativos otorgados por el Icetex, solo pagarían como tasa 5,2 por ciento; está derogación aunada a la crisis fiscal del Gobierno, impide que el Icetex otorgue un subsidio a dicha Tasa, por lo tanto el monto de la Tasa ascendería a 12,2 por ciento efectivo anual y 17,2 en caso de mora.

El incremento del valor del interés del crédito del Icetex, tiene implícito una discusión de fondo; la financiación estatal de la educación no debería estar sujeta a las tasas normativas, no se debería cobrar ningún tipo de Tasa, ni siquiera el valor del Índice de Precios al Consumidor (IPC). La educación debería tener prevalencia, ya que es crucial para el desarrollo del país y su financiación es el deber ser del Estado. Además, la falta de financiación estatal acrecienta la desigualdad y perpetua la decadencia de la educación, ya que las deficiencias en educación no se limitan a la baja inversión estatal, en sí mismas son producto del sistema mixto (público y privado), que genera una gran brecha en términos de oportunidad, calidad y eficacia.

Transformar la sociedad y hacerla más productiva tiene implícito invertir integralmente en educación gratuita y de calidad, y esto solo es posible si se transforma estructuralmente el modelo económico y educativo, con un enfoque equitativo y dando como prioridad la formación y cualificación de los colombianos, en últimas, se necesita dejar de ver la educación como un negocio y empezar a verla como realmente es, un derecho fundamental.

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