COMPLEJIZAN EL CONFLICTO PARA MOSTRARLO IRRESOLUBLE

Himelda Ascanio
La actual situación del conflicto en el Catatumbo, pone al descubierto varias realidades y debates sobre conceptos y construcciones en las que ha degenerado el Estado colombiano, hoy tergiversados por las empresas de comunicación del régimen.
Hay elementos que son obvios en las dinámicas del conflicto, pero también hay una profundidad que se desconoce, por ignorancia o por conveniencia. Por esto, es importante ir a las causas, lo que origina el conflicto y las realidades que se generan, dimensionar las marañas que se tejen y que agudizan los problemas. Para no caer en la fácil manipulación y superficialidad impuesta por quienes siguen teniendo el poder y moldean la opinión.
Víctima del abandono estatal
El viejo régimen y sus décadas de gobiernos oligárquicos secuestraron el Estado colombiano y generaron una inmensa desigualdad, exclusión y pobreza. El actual gobierno no logró confrontar esta situación y los pocos esfuerzos que hizo, muchos fueron bloqueados por las mafias políticas que siguen en el establecimiento. Las erráticas formas con que este mismo gobierno asumió la manera de construir una supuesta gobernabilidad, lo terminó llevando a diluirse en el continuismo de gobiernos anteriores, dándole voz a sus representantes y asumiendo sus políticas.
Por ejemplo, continuó la ruta de la Doctrina de Seguridad Nacional y la estrategia contra insurgente, mientras se escudaba en la supuesta Paz Total, con la que con cinismo aplicó perfidia a su contraparte en el caso de la Mesa de Diálogos con el ELN. En otros, supuestos procesos, se demostró la existencia de vínculos, articulaciones y planes conjuntos entre el Estado, a través de sus Fuerzas Armadas y el Comisionado de Paz, y las bandas armadas.
La región del Catatumbo es un ejemplo de esa misma continuidad del abandono estatal. Los planes gubernamentales trazados con las comunidades no se han cumplido. Por el contrario, a los problemas de la región se sumaron las consecuencias del fracasado acuerdo de paz con las extintas FARC. Que generó la creación de diversas bandas Exfarc, de las que hoy son cada vez más evidentes las relaciones estrechas y articuladas con el Estado colombiano. Modelo que se recicla también en Nariño.
Continuidad del paramilitarismo en este Gobierno
Las comunidades han sido víctimas de la arremetida paramilitar, que con el disfraz de la Paz Total se trató de invisibilizar como un fenómeno distinto. Ocultando que los vínculos con Exfarc y autodefensas son estratégicos y funcionales a la doctrina contrainsurgente.
La estrategia del efectismo, de ‘parecer una cosa siendo otra’, se ha aplicado en la política y hoy se siente y refleja dramáticamente en los territorios. Por eso las mayores movilizaciones en las regiones han sido por el desmonte del paramilitarismo. Y por ello hay conflictos y accionar paramilitar en casi todas las regiones del país. Hoy confrontadas por el ELN.
De ahí que el genocidio a líderes y lideresas no haya cesado. Que el número de los firmantes de paz siga creciendo a más de 400 asesinados desde el fallido acuerdo con las Farc. Y que los supuestos programas del cambio en dos años y medio de gobierno no se hayan materializado.
La legitimidad y la salida es con el pueblo
Otro componente de la exclusión es la que se deriva a través de la manipulación mediática y la negación de la información rigurosa. Por esa vía quieren imponerle al país sus miradas, opiniones e ideas, negando la posibilidad de confrontarlas.
Desde Bogotá y desde el exterior se dicen muchas cosas, falsedades, desinformación, lanzadas por medios virtuales, escritos y televisivos, que por saturación apuntan y atizan la guerra. La idea es deslegitimar, deformar y reducir las ideas y las acciones de quienes se oponen a sus planes.
En los territorios, el pueblo conoce y sabe cuáles son las realidades; propone, se organiza y reconoce a partir de ellas. Por ello, a pesar de lo fuerte y doloroso de la confrontación y la guerra, sabe cuáles son las causas y quiénes las han generado. Más aún cuando un actor como el ELN ha nacido, permanecido, defendido e impulsado el territorio.
Es en ese mismo pueblo donde están las respuestas, que vive y conoce sus realidades, que, con todo y los intentos de manipulación, sabe reconocer las reales soluciones. La complejidad que hoy se ponen en evidencia de manera violenta, son posibilidades para asumir un verdadero cambio e ir a las causas del conflicto, que conlleve otras realidades en los territorios. Para esto, la respuesta no es más guerra, es la participación real y efectiva de los procesos sociales, organizaciones y pueblos.
Asesinados de la semana
El 18 de enero, seis jóvenes fueron atacados por hombres armados en el barrio Alto Bonito de Buga, Valle del Cauca, mientras se encontraban reunidos en la zona; dos de las víctimas fueron identificadas como Nicolás Loaiza Rincón, de 18 años y Víctor Andrés Rengifo, de 16 años, quienes murieron en el lugar, una tercera persona de nombre Jaider Smith Villamizar falleció en un centro asistencial.
Javier Alejandro Valencia Valencia, era un reconocido líder social y cultural, miembro del grupo de danza “Chicos Dance”; desaparecido desde el 19 de enero en horas de la tarde y su cuerpo fue encontrado sin vida horas después cerca al basurero de Quibdó, Chocó.
Juan David Ramírez, era un reconocido líder social y cultural, miembro del grupo de danza “Chicos Dance”; se encontraba desaparecido desde el 19 de enero en horas de la tarde y su cuerpo fue encontrado sin vida horas después cerca al basurero de Quibdó, Chocó.
Oscar Gómez Agudelo, era un reconocido líder social, político y periodista quindiano, fue representante a la Cámara por el Quindío, docente universitario y actualmente tenía un programa llamado «La comunidad por la comunidad» en la emisora Rumba del café; el 20 de enero fue asesinado hacia las 8am por sicarios en la puerta de la emisora para la que laboraba en la ciudad de Armenia.
Ricardo Cardona, era un reconocido líder social y comunitario. Además, se desempeñó como Juez de Paz en la Comuna 20, donde se encargaba de la mediación de disputas y la resolución de conflictos locales; el 21 de enero fue atacado con arma de fuego en el barrio El Cortijo y posteriormente trasladado al hospital de Siloé, en donde falleció.