UNA EXPLICACIÓN NECESARIA
Comandante Antonio García
Todas las guerras, las confrontaciones y los conflictos armados tienen una historia de sus orígenes, con sus causas y razones, así como también dejan una impronta hacia el futuro. Con esta de actualidad, también será igual, todo se irá conociendo.
Así las cosas, la confrontación que hoy se vive en el Catatumbo, hay que buscarla en lo que ha sido el resultado de una política de paz, donde el objetivo central ha sido la desmovilización y el desarme, que al final cayó en el remolino donde se recicla la violencia.
Luego de la desmovilización en el 2016, no quedaron guerrillas de las Farc en el Catatumbo, solo vestigios de unas «milicias», que supuestamente no compartían lo acontecido y orientado por el Secretariado, completamente desmovilizado. Entre estos «milicianos» se encontraba «John Mechas», quien al conversar con algunos compañeros del ELN manifestó que venía en un esfuerzo con otras personas para retornar a las armas, pero con enfoques distintos, para rectificar desviaciones y equivocaciones con las comunidades, así como también dentro de sus propias filas, donde se fuera más considerados con los combatientes y las bases.
En ese contexto solicitó apoyo y de manera solidaria los compañeros del Frente de Guerra Nororiental se lo brindaron. En los intercambios, ocurridos en ese entonces, aun reciente la desmovilización, los compañeros le preguntaron a «John Mechas»: «Si hubiese sido el ELN la organización desmovilizada, y las Farc la que siguiera en armas, ¿Usted que habría hecho?»
Sin pensarlo un segundo respondió: «los hubiera matado». Los compañeros se quedaron de una sola pieza. No podía esperarse otra respuesta, pues era la formación recibida y la práctica vivida.
Muchas reuniones, muchos acuerdos, pero primó la presión para modificarlos. Poco intercambio político pudo vivirse en ellas y volvió la vieja práctica de lo vivido con las Ex-Farc, que será otro capítulo sobre el que tenemos que hablar, pues aún la reflexión sobre todos los movimientos armados de Colombia está por hacerse, y por esa razón poco se entiende lo que es la verdadera paz.
Cuentan los compañeros que a esas reuniones llegaba el segundo mando de esa supuesta guerrilla, llamado «Richard», portando 7 pistolas en su chaleco, quizá mostrando que su lenguaje es de otro tipo, por donde pasaba no hablaba, amenazaba.
Las tensiones en al Catatumbo siguieron creciendo producto de los incumplimientos de acuerdos e imposiciones a la población, como dicen los compañeros del Nororiente: tanto va el cántaro al agua, que termina rompiéndose. El detonante el fue vil asesinato de Miguel Ángel López, junto a su esposa, Zulay Durán Pacheco y su pequeño hijo, para de manera ruin endilgárselo al ELN.
Sobre la presunta muerte de firmantes de paz, en ningún momento es política del ELN, así no compartamos esa decisión de las personas, la respetamos. Otra cosa es que algunos desmovilizados sean personas activas y en armas nuevamente, realizando actividades bajo un mando militar, de otro lado el ELN no tiene dentro de sus prácticas y políticas actuar contra personas civiles.
Quedan registros que documentan las operaciones militares realizadas, que en su momento se darán a conocer.
Hemos conocido que las Fuerzas Militares recibieron órdenes de combatir frontalmente al ELN y apoyar a las Ex-Farc en el Catatumbo, además coordinar operaciones con ellas. En estas directrices participa directamente Otty Patiño, quien desde hace tiempo viene oficiando más como mando militar que como Comisionado de paz, pues dentro de sus directrices predilectas está ordenar dar de baja a integrantes del Comando Central.