LAS MARIONETAS DEL PERIODISMO

LAS MARIONETAS DEL PERIODISMO

Sergio Torres

Como nunca antes, proliferan periodistas y medios de comunicación comprados, para ser voceros de clanes mafiosos y de corruptos grupos de poder, que los encargan de hacer matoneo por los micrófonos.

Lavaperros es la expresión usada en el país, para nombrar a los empleados y sirvientes de las mafias, las que permearon y se adueñaron del Estado colombiano, que son blanqueadas por las élites dominantes, con las que construyen un régimen corrupto, narco y criminal. Al servicio de este régimen oligárquico, tales medios y periodistas pretenden robarle al país su derecho a una información seria y rigurosa, usando la manipulación y falsedad comunicativa desprovista de cualquier sentido ético.

Sin ningún asco mienten y desinforman. Sin ninguna ética periodística reproducen su propia versión, invisibilizando parte del conflicto. El rigor, la contrastación, la verdad quedan sometidos a la falsedad que busca desinformar para manipular y generar estados de confusión. Tristemente, muchos y muchas periodistas son reclutados para tales fines, convertidos en obedientes reproductores de estas lógicas, desprovistos y despojados de su profesión.

Tal es el punto de incidencia comunicativa que engendraron unas verdaderas marionetas de la mafia, no se equivocó Petro al llamar ‘muñeca de la mafia’ a falseadoras como la ex periodista, hoy precandidata a la presidencia; justamente, su idea de candidatura es parte del montaje de representación de la mafia narco-paramilitar. Convirtieron la revista que hoy dirige en una trinchera mediática, desde la cual disparan diariamente con la intención de matar la verdad, la opinión y el pensamiento. Su discurso totalitario es un remedo más de los repertorios de la derecha narcotraficante fabricada por Estados Unidos.

Por esa vía, todas las mañanas la banda de lavaperros y marionetas comunicativos operan y trabajan en las misiones encargadas por sus jefes. Un periodista que asume y acata desconocer los mínimos de la ética y el rigor informativo, ya no es un periodista. Así mismo, un medio que obliga e impone agendas criminales, la violación a la verdad y la mentira como principio editorial, ya no es un medio de comunicación. Son operadores y perpetradores de la violencia y el conflicto, por tanto parte actuante y actores de la confrontación.

No es poca cosa robarse un derecho de las comunidades y pueblos, como es el derecho a la información. La manipulación tendenciosa y polarizada de la comunicación debe ser vista como la separación consciente y autónoma de los criterios periodísticos y comunicativos. Y al ser parte de los métodos de guerra, trazados por las técnicas de guerra comunicativa y cognitiva, se convierten en actores y agentes de ella.

Otras voces hay

Otra posibilidad de confrontación a estos medios y sus operadores, es la contraposición y el crecimiento de los medios alternativos y populares. La opción de dar verdaderas batallas en defensa de la verdad y el rigor está en estas apuestas comunicativas, en la construcción de una gran red que pueda librar esas luchas.

El Estallido Social logró instalar y demostrar que hay posibilidades y avances en este tipo de dinámicas alternativas. Que no deben ser cooptadas, ni puestas al servicio de ningún gobierno. La fortaleza y grandeza está en la capacidad de mantener la bandera de la libertad, el amor por la veracidad y el rigor como principios fundamentales. Y desde ahí dar las batallas.

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