MAGISTERIO DEFIENDE LA EDUCACIÓN PÚBLICA
Himelda Ascanio
El paro del magisterio colombiano iniciado el pasado miércoles 12 de junio en defensa de la educación pública resulta ejemplar, al señalar las medidas y formas que implementa el pueblo en defensa de sus derechos.
Cada semana hay una nueva movilización de alguno de los sectores sociales, procesos o comunidades, semanas atrás eran los campesinos e indígenas movilizándose contra el paramilitarismo y el genocidio en curso contra líderes y lideresas sociales colombianos; esta semana, quienes se movilizan son los profesores y profesoras en defensa de la educación pública que ha sido amenazada por la llamada Ley Estatutaria de la Educación.
Desde la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE), activaron las alarmas por los cambios acordados en el Congreso al documento propuesta de ley, para que fuera aprobado y se convirtiera en Ley Estatutaria de la educación; según los profesores, en el debate con la oposición de derecha, esta modificó elementos profundos que le cambian el sentido y la esencia al proyecto de ley e incluso ponen en riesgo el carácter público de la educación.
El veneno de las enmiendas aprobadas
Llama la atención el trámite de ley, pues fue aprobada en la Cámara de Representantes en 2023 pero luego, en el Senado de la República la ocultaron durante varios meses; ahora que fue puesta nuevamente en debate, cuenta con menos meses para ser aprobada como ley. Por esto, en la conciliación hecha con la oposición de derecha les concedieron las venenosas enmiendas; lo que la Ministra de Educación concedió, el magisterio lo vio como un peligro inmenso para la educación en Colombia.
Es lógico que una derecha recalcitrante como la colombiana, niegue derechos fundamentales, lo que no es admisible es que la Ministra de un gobierno progresista lo permita.
Para el magisterio las enmiendas hechas al proyecto de ley, abren la posibilidad de que recursos públicos fueran a parar a empresarios privados de la educación; además, “se incluyeron propuestas regresivas que desvirtúan por completo el reconocimiento del derecho fundamental a la educación”, plantea el comunicado de FECODE. Otros aspectos venenosos son el debilitamiento al Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), encargado de la formación tecnológica y no contar con FECOD para conciliar los instrumentos de evaluación de los maestros.
La movilización continúa
Después de las primeras movilizaciones en todo el país y las alertas generadas por el magisterio, los representantes del gobierno en el Congreso decidieron romper el acuerdo sobre el proyecto de ley, echaron para atrás lo concedido, que había sido aprobado en 3 debates en las comisiones del Senado.
Esta es una primera batalla ganada que deja un ejemplo muy claro; si los profesores y profesoras no hubieran salido a la calle a manifestarse, probablemente el venenoso proyecto de ley habría sido aprobado.
Bien por el magisterio colombiano, que sigue respaldando a Petro, pero decidió movilizarse y defender los intereses populares. Muy cuestionadas las maniobras de los representantes del gobierno que conciliaron la ley, a pesar que con ello lesionaba uno de los sectores más importantes para el país. Es la movilización popular la que tendrá que posibilitar los cambios que Colombia necesita.
Asesinados esta semana
Deyby Yair Bueno Villano, asesinado el 10 de junio de 2024, en Caloto, Cauca. Era un reconocido líder indígena, comunero de la vereda Guabito y parte del territorio Nasa de López Adentro.
Alcides Sucerquia, asesinado el 11 de junio de 2024, en Ituango, Antioquia. Era un reconocido líder social y político, expresidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Guacharaquero.
William Ramírez, era un reconocido líder campesino de Silvia, Cauca, que hacía parte de la Junta de Acción Comunal de la vereda Santa Lucía; fue asesinado el 13 de junio de 2024, en Silvia, Cauca.
El 14 de junio de 2024, tres personas fueron asesinadas con arma de fuego en el barrio Nuevo Horizonte de Florida, Valle del Cauca. Ese mismo día, tres personas fueron asesinadas con arma de fuego en la cabecera municipal de Miranda, Cauca, dos de las víctimas fueron identificadas como Jhonny Gómez González y Jhon Álvaro Sánchez.