Dioselina Forero

El histórico y vigente exterminio del movimiento social y popular tiene como base la Doctrina de Seguridad que ve como ‘Enemigo Interno’, a todo aquel que se atreve a manifestarse en contra del establecimiento o del régimen y osa controvertir el statu quo.

Una de las principales promesas del Gobierno del Cambio, fue deponer la Doctrina de Seguridad por su flagrante violación a los Derechos Humanos y ser la causante de décadas de exterminio del movimiento social, y crímenes de Estado, como el Genocidio en curso, los Falsos Positivos o el trato de guerra dado al Estallido Social; 19 meses después, sus promesas no fueron más que lemas de campaña, una literal ‘venta de humo’ que se disipa en el aire, muestra de ello es que el exterminio contra los líderes sociales continúa y la impunidad campea.

Deponer la Doctrina de Seguridad tiene implícito un cambio en el lenguaje, principalmente por parte de los estamentos estatales y sus representantes, deponer la estigmatización como mecanismo de confrontación contra las legítimas manifestaciones de la gente; por esto resulta inconcebible que ante la protesta legitima de un grupo de campesinos, que bloquearon una vía para llamar la atención del Gobierno Nacional, la respuesta automática del Presidente Petro, sin confirmar o verificar la situación sea afirmar que, “el Clan del Golfo bloqueó las vías de acceso a Tierralta y la gente se está retirando por temor. Orden del presidente, el Ejército llega de inmediato y me despeja las vías en Tierralta. Orden del presidente. No entiendo cómo, teniendo el Ejército aquí, el Clan del Golfo está tapando vías. ¿Quién tiene el poder aquí?”.

La estigmatización sea de izquierda, derecha o del ala progresista, es altamente lesiva para el movimiento social; además desconoce de plano la autonomía y capacidad de las comunidades para organizarse libremente y manifestarse en torno la reivindicación de sus derechos, y desde luego exigirle al Gobierno de turno que sus necesidades sean resueltas, porque en últimas ese es el deber ser del Gobierno y el Estado, administrar los bienes públicos en función de darle bienestar integral a todos los colombianos. Señor Petro, ser potencia de la vida tiene implícito la resiliencia y el cambio del lenguaje, la polarización y la estigmatización, por el contrario, lo único que hacen es exacerbar el conflicto; el cambio es estructural e integral y usted debe enseñar con el ejemplo.

4 comentarios

  1. Aunque Petro posa de democrático sus acciones y decisiones son casi dictatoriales, ya que su lema es: el que no esta a mi favor esta en contra

  2. Petro se la pasa hablando del pésimo gobierno de Duque y de cómo perseguía el movimiento social, pero no se da cuenta que es muchos aspectos su gobierno es peor que el de Duque y que el lenguaje estigmatizante que utiliza contra sus contradictores no se diferencia en nada a la extrema derecha

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