LOS MUERTOS LOS SIGUE COLOCANDO EL PUEBLO
Himelda Ascanio
Entre las amenazas gringas de invasiones y bombardeos, pasa de agache la realidad de los territorios, que sufren en condiciones de guerra. Sin garantías de derechos, en los cuales el Estado solo hace presencia con sus Fuerzas Armadas (FFAA) y sus socios narcoparamilitares.
El pasado 10 de diciembre se conmemoró el Día Internacional de los Derechos Humanos (DDHH), aprovechado para emitir balances y alertas sobre la situación de los territorios, en materia de vulneraciones y avances en derechos de las comunidades y pueblos. Esta vez la fecha fue opacada por una nefasta serie de hechos, que vulneran y burlan los DDHH a nivel mundial.
Ese mismo día, el mundo presenció una burla en nombre de la paz, con la entrega del espurio premio Nobel. Una ceremonia decadente en la que se le dio un entierro ramplón a un galardón que hace rato dejó de ser significativo y que solo se ha traducido en parte de las narrativas de guerra de la OTAN. Nada que ver con la paz. Incluso esta vez fueron más allá y el propio presidente del Comité noruego que entrega ese premio, se atrevió a pedir la renuncia del presidente de Venezuela, no conforme con la lamentable designación.
También ese día, se conocieron imágenes de los crímenes de guerra y asesinatos extrajudiciales en el Caribe. Se conoció cómo el Secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, ordenó el asesinato de cualquier sobreviviente de los bombardeos a las lanchas de pescadores en el Caribe, que ya suman un centenar de muertos. En las grabaciones publicadas se escuchan las órdenes de “no dejar sobrevivientes”. Con lo que se sigue demostrando que los objetivos del Pentágono, no son otros que generar terror asesinando pescadores en el mar. Violando el principal DDHH, que es la vida.
Horrores en el país
En Colombia la situación es similar, derechos humanos opacados por el cruce de declaraciones y mensajes entre el presidente Petro y Donald Trump, que van desde amenazas de invasión hasta invitaciones a “destruir laboratorios” de cocaína en Colombia. Narrativas falsas sobre paz y lucha antidrogas, cuando en realidad se sigue avanzando en la configuración de una guerra proxy impulsada por Estados Unidos con la aquiescencia del Estado colombiano.
Mientras, la guerra avanza cimentada en la corrupción estatal presente en todos los sectores del establecimiento, generando impunidad, desigualdad y pobreza, que son motores del conflicto. Otros de los cimientos de esta guerra presente y continuada en los territorios es la configuración de las FFAA estatales junto a bandas narcoparamilitares y con asesoría de agentes de Estados Unidos.
Este ‘animal de cuatro patas’ (bandas, corruptos, FFAA, gringos) es la verdadera amenaza para las comunidades y pueblos históricamente abandonados, y ahora queriendo ser entregados a esa configuración para ser plataformas de intervención. A eso apunta la oligarquía cipaya y los jefes de las mafias politiqueras, que hacen llamados y claman por una intervención militar gringa directa.
Informes que son lamentos
Los balances sobre DDHH presentados por la Oficina de la ONU en Colombia, informan que: “Del 1 de enero al 30 de noviembre de 2025, ONU Derechos Humanos recibió 198 alegaciones de homicidios de personas defensoras de derechos humanos”. De estos defensores y defensoras, según el informe, un 30 por ciento estaban vinculados a Juntas de Acción Comunal (JAC).
Así las cosas y mientras siguen apareciendo evidencias sobre la relación existente entre FFAA y bandas, como la conocida entre la banda exfarc de Calarcá, con oficiales y funcionarios del Estado, donde se comprueban las órdenes de asesinar liderazgos sociales, población civil desarmada y firmantes de paz.
En el momento de la amenaza extranjera, aunque hace rato opere en las profundidades del territorio, es apropiado para organizar y construir una resistencia conjunta desde todos los sectores sociales y populares.
Defender la soberanía implica confrontar el modelo de guerra que nos quiere imponer el imperio de EEUU. Pasar la página de la violencia pasa por la real construcción de condiciones de bienestar y vida digna, aplicación y garantías de derechos, que solo son posibles con un cambio profundo y la autodeterminación nacional.
Asesinatos de la Semana
Víctor Cerquera, era un reconocido líder social y comunal que se desempeñaba como fiscal de la Junta de Acción Comunal del barrio Villa Palestro, en el municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá; fue asesinado el 9 de diciembre en el barrio Villa Norte, donde fue interceptado por hombres armados que le dispararon.