AÚLLA EL LOBO PARAMILITAR

AÚLLA EL LOBO PARAMILITAR

Himelda Ascanio

Múltiples expresiones desde las mafias de la extrema derecha, dejan ver su impulso a la paramilitarización de campos y ciudades. Los bochornosos ejemplos de otros gobiernos los animan a ser caricatura de una caricatura. El peligro es que, en esa debacle, pueden ser tragedia y comedia.

Como el aullido de los lobos, tratando de agrupar la manada, preparándose para un ataque, una cacería o advirtiendo un avance contra sí. Así anda por estos días la derecha narco-paramilitar, envalentonados por los supuestos ‘cantos de guerra’ en la región, emitidos por el presidente de Estados Unidos, un plutócrata que, además de ignorarlos, los desprecia. Aun así, se enmarcan en ello, para su último intento de recuperar el gobierno bajo el relato de la paramilitarización y el desprecio por los derechos y los pobres.

Combatir el relato

Uno de los primeros campos de confrontación es el de la comunicación y la información, lugares que hacen parte absolutamente del debate y la discusión política, por tanto, se convierten en una lucha por posicionar narrativas. Donde la derecha narco-paramilitar, desprovista de argumentos y política, apela a la manipulación ramplona de la mentira y la desinformación.

Usan los ejemplos tragicómicos de los gobiernos de Argentina y El Salvador para enarbolar la idea de la ausencia de ética y moral, una versión recargada del Todo Vale, sazonada con el clásico discurso anti insurgente y del odio a los pobres y amor por la guerra imperialista.

Bajo esa galera de un fascismo criollo, aparecen personajes temerarios enarbolando discursos de odio y haciendo llamados a la confrontación violenta contra el pueblo. Curiosamente, son los mismos que meses atrás y con ‘lágrimas de cocodrilo’ hacían llamados a “no polarizar”. Hoy, pretenden sembrar la semilla de una guerra civil y de escalamiento de un pensamiento paramilitar. Tal vez, porque saben que la cuenta regresiva de ese proyecto de muerte está por terminar, o porque creen que una eventual guerra desatada por EEUU, les va a beneficiar.

El pasado sábado, uno de esos personajes tragicómicos, Francisco Santos, reveló en una revista de Bogotá, lo que bien podría ser el plan de la derecha narco-paramilitar para que Trump “salve” a Colombia. En dicho texto lo plantea de manera inversa, proyectándose en sus enemigos, para plantear lo que en realidad es su plan de choque.

Su plan parte por señalar a todo el movimiento social y popular, como brazo de la insurgencia, un clásico de la Doctrina de Seguridad contra el Enemigo Interno. Dicen que desde su orilla política van a desarrollar grupos armados que presionen votantes en las regiones, cosa que han hecho siempre.

Hablan de convertir a Colombia en un narco Estado y una narcodictadura, como si no lo fuera desde hace mucho tiempo y con mayor intensidad durante gobiernos como los de Uribe Vélez. (2002-2010). En el intento por torcer un relato sobre el narcotráfico, se atreven a hablar de Pablo Escobar y carteles narco-paramilitares desligados de su proyecto político, como si no hubiera suficiente ilustración de los vínculos, históricos y actuales, de esos carteles y bandas paramilitares con el hoy llamado Partido del Centro Democrático. Claman por una invasión y una guerra en la región.

La historia la hacen los pueblos

La derecha narco-paramilitar quiere pescar en el río que el imperio pretende revolver. La peligrosidad de estas acciones es proporcional a su falta de proyecto y derrota, pues ya pasó su rol en la historia de desestabilización del país, y saben que, como en todas las mafias, cuando ciertos actores dejan de ser útiles al imperio, este los elimina.

Ahora bien, también saben que el contexto no es el mismo que hace 30 años. Hay un pueblo organizado y luchador que continúa resistiendo, que ha dado muestras de su tenacidad y arrojo a la hora de forjar mejores condiciones para sí. La experiencia forjada en tantos años de resistencia ha confirmado que es el pueblo movilizado y unitario el que hará las transformaciones profundas que el país requiere. Estamos ante la oportunidad histórica de ganar, construir y avanzar hacia un nuevo momento de país en paz y bienestar para las mayorías.

Asesinados de la semana

Luz Eneida Hinestroza Mosquera, era una reconocida lideresa social y comunitaria, destacada por su labor como representante legal de la Asociación de Mujeres del Medio Baudó (ASOMEPAZ), así como por su papel en el Consejo Comunitario Mayor del Río Baudó y sus Afluentes (ACABA), donde lideraba procesos organizativos y comunitarios en la región del Medio Baudó, Chocó; fue asesinada el 13 de octubre durante la celebración de las fiestas patronales de la comunidad de Torreidó.

Edilsa Licona Mercado, era una reconocida lideresa social y comunal, dignataria de la Junta de Acción Comunal (JAC) en la vereda Sicará Limón, jurisdicción del municipio de San Bernardo del Viento, del departamento de Córdoba; fue asesinada el 13 de octubre cuando se encontraba departiendo en un establecimiento público del sector.

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[*] Presidente Trump, salve a Colombia. Revista Semana, 18-10-2025

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