CRECE LA DESACELERACIÓN ECONÓMICA
Chavela Villamil
Las diferentes medidas que ha adoptado el Gobierno para solventar el creciente déficit fiscal, no solo han resultado inocuas en términos de que este continúa creciendo, sino, que además han aumentado la crisis económica e incrementado la desaceleración del mercado.
El desgaste del modelo económico, producto de la concentración de capital en un reducido grupo plutocrático, han generado una crisis global de la economía que se acentúa con mayor fuerza en las economías dependientes del capital extranjero, lo que exacerba la brecha de desigualdad. Además, los fenómenos macroeconómicos globales de las últimas décadas, han generado una recesión global que incluso afecta a las grandes potencias.
El sistema capitalista ha venido generando marcadas brechas de desigualdad, que han llevado a que todas las economías sin excepción se desaceleren e incrementen ostensiblemente su déficit económico y social; en los últimos años, tanto las economías desarrolladas como las en vía de desarrollo, han repuntando levemente sus indicadores, aunque aún estos se sostienen en la zona de desaceleración, en la que han estado sumidas desde el periodo pospandémico.
Indicadores pésimos
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recientemente actualizó sus proyecciones económicas; enfatizan en que nuestra economía este año crecerá un estimado de 2,3 por ciento, mientras la inflación frenará su disminución y se estacionaría sobre el 5,8 por ciento al cierre de este año [*]. estas modificaciones a la baja se deben en gran medida al creciente déficit de nuestra Cuenta Corriente.
Según cifras del Ministerio de Hacienda, al cierre de 2024 la deuda del Gobierno Nacional alcanzó los 1.087 billones de pesos colombianos -aproximadamente 20,7 millones por cada ciudadano-, lo que representa un aumento del 20 por ciento en comparación al mismo periodo del año anterior; este incremento, equivalente a 179 billones de pesos en solo doce meses, llevando la deuda pública a niveles históricos, según el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) este incremento equivale al 61,7 por ciento del PIB.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha sido enfático al afirmar que el déficit colombiano se incrementó hasta 6,7 por ciento del PIB, lo que lo sitúa 1,1 puntos porcentuales por encima de la meta fijada por las autoridades en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, además este déficit es reflejo de unos ingresos tributarios menores de lo previsto y de un gasto primario por encima del objetivo, ya que la economía colombiana continúa expandiéndose a una desaceleración pronunciada, que desestabiliza aún más nuestro mercado.
Esclavos de la Deuda Externa
De los 522,9 billones de pesos planteados para el Presupuesto General de la Nación (PGN) planteado para este año, de los que lo componen, destinó 327,9 billones al Gasto Corriente, lo que equivale al 62,71 por ciento, a la par que reduce el monto destinado para inversión en 17,43 por ciento; incrementar el monto destinado a los intereses de la Deuda Externa en 19,5 por ciento, es nefasto, porque este dinero no cubre la deuda de capital, sino que solamente amortiza los intereses.
Continuar incrementando los empréstitos sin modificar la política de gasto, arriesga las vigencias futuras y nos pone al borde de la insolvencia, mucho más si se tiene en cuenta que en estos momentos gozamos de una economía desacelerada y un Producto Interno Bruto (PIB) decreciente.
La reactivación y la solidez de la economía se consigue aumentando el flujo de capital circulante y la creación de nuevas plazas laborales, además es necesaria una tributación redistributiva y diferencial acorde al capital neto, esto dinamiza el poder adquisitivo per cápita aumentando la demanda, lo cual se traduce en reducción del desempleo y aumento de la capacidad de producción de las empresas.
Superar la actual crisis económica y el déficit de poder adquisitivo, implica instaurar una política económica fundada en la formalización del empleo y la mejoría de las condiciones salariales, además debe generar una tributación redistributiva que permita subsidiar capas bajas de la sociedad, por tanto, se requiere nuevos paradigmas económicos que fomenten el desarrollo integral de la producción nacional.
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[*] La OCDE recortó la expectativa de crecimiento para Colombia en 2025. Valora Analitik, 17-06-2025.