¡CAMBIO!: EL RÉGIMEN SE OPONE, LA CLASE POPULAR LUCHA

¡CAMBIO!: EL RÉGIMEN SE OPONE, LA CLASE POPULAR LUCHA

Damaris Izaguirre

Es evidente la oposición del régimen a cualquier pequeño cambio, los Congresistas serviles se oponen a reformas que beneficien mínimamente al pueblo, y las megaempresas orquestan un complot para detraer el cambio.

La política burguesa representativa nos vende la “ilusión” de democracia e igualdad, pero esto no pasa de ser una falacia, una burla a los colombianos que confían sus anhelos a unos politiqueros, que en campaña ofrecen ‘castillos de humo’, y una vez son elegidos olvidan sus promesas y los castillos se desvanecen, porque se vuelven instrumentales al régimen y a los intereses de la plutocracia, que son totalmente contrarios a los derechos de Los Nadie y de la Colombia profunda. Traición que día a día se hace más evidente, los Congresistas leales al régimen continúan oponiéndose a cualquier iniciativa que permita instaurar cambios que favorezcan al pueblo, por pequeños que estos sean.

Aunque este Gobierno ha hecho cambios paliativos mientras ignora las transformaciones estructurales que prometió en campaña; es claro que el actual Gobierno no es de izquierda y que mucho menos generará cambios estructurales en el modelo político, económico y Doctrina de Seguridad, que permitan la construcción de una sociedad equitativa donde quepamos todos, y que los privilegios de unos pocos no se funden en la miseria de millones. Este Gobierno no es capaz de realizar las transformaciones de fondo que Colombia exige, porque ello implica romper con el régimen y desconocer las órdenes del Tío Sam, cualquier cambio real por incipiente que sea, no vendrá de manos ni de este ni de ningún Gobierno que este direccionado por el Tío Sam.

Las transformaciones estructurales que exigió el Estallido Social no se pueden dejar a la deriva, son mandatos populares que deben cumplirse con o sin apoyo de los Gobiernos; el cambio no puede quedarse en vilo porque un “Gobierno” no fue lo suficientemente osado como para transformar estructuralmente el país y se dedicó a reformas superficiales -placebos que calmen el volcán popular-. Por ello, la unidad popular y la lucha determinada de los excluidos debe cualificarse y proseguir, porque solo de manos de la lucha popular vendrán los cambios y las trasformaciones de fondo, que durante décadas le han sido negadas a ‘los nadie’.

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