Tres semanas de Paro Nacional tumban la Reforma a la Salud, exigen el desmonte del criminal escuadrón policial del Esmad y que aparezcan los desaparecidos; las redes repudian el asesinato de Santrich y recuerdan el Día de la Afrocolombianidad.
La crisis que ha venido experimentando el capitalismo durante las últimas décadas ha contraído la economía global, lo que repercute directamente en las economías en desarrollo como la colombiana, llevándolas a ser acreedoras de inmensos pasivos para subsanar la crisis de grandes economías en decadencia.
El capitalismo neoliberal ha sumido a la gran mayoría en la pobreza y una neoesclavitud que sostienen con una tiranía mafiosa, que este Paro Nacional confronta con la exigencia de cambios de fondo para sepultar este régimen dictatorial y antidemocrático.
Mi madre dice que no hay que dejar la olla a presión mucho tiempo sin sacarle el vapor porque se explota; Colombia es una olla a presión que durante décadas ha estado al fuego, en esta ocasión en vez de abrir la válvula le subieron al fuego y desde luego explotó.
Hacemos una llamada a la Organización de las Naciones Unidas para que promueva una salida dialogada a la situación y a las demandas sociales”.
1.- EDITORIAL: ANTE LA CRISIS, OTRO FRENTE NACIONAL. 2.- PALABRERÍA. 3.- DUQUE, CON MUCHO GUSTO SE LE ATIENDE. 4.- ¿HASTA CUÁNDO EL ODIO AL ENEMIGO ….
Gracias al Paro Nacional el régimen retrocedió en su pretensión de seguir echando la crisis en hombros de las capas medias y de los empobrecidos, en su terco intento descargó lo más cruel de su represión contra los manifestantes hasta dejar en el suelo el prestigio de sus Fuerzas Armadas.
En medio de la crisis que el Paro Nacional le provoca al Gobierno, se ha visto obligado a buscar una solución dialogada con los manifestantes, al tiempo que ha vuelto a referirse a la necesidad de adelantar una solución Política con el Ejército de Liberación Nacional.
El desprecio que se han ganado las Fuerzas Armadas (FFAA) de Uribe lo cosechan por ser el brazo del terror de Estado contra los manifestantes, para lograr legitimidad deben dejar de agredir al pueblo y el régimen debe cesar de aplicar su Doctrina de Guerra contra el Enemigo Interno.
Lo que hemos visto en estos 20 días de Paro Nacional no está dentro de lo rutinario, son hechos distintos a lo que han ocurrido en los últimos 50 años, que expresan un quiebre histórico en la lucha de clases en Colombia.
La lucha heroica que libra el pueblo en este Paro Nacional es reprimida cruelmente por el régimen con un saldo de miles de heridos, desaparecidos y detenidos, además de medio centenar de asesinados a quienes honramos en este Muro de los Justos.