EL MOMENTO DE LA MOVILIZACIÓN

Himelda Ascanio

Tras la sanción al canciller Álvaro Leyva, aún no acatada por el Gobierno, así como las amenazas a varios funcionarios y el inicio de varias investigaciones por supuestos actos de corrupción, parece estarse posicionando una movida fuerte desde las facciones de la derecha, para intentar un choque de poderes entre el órgano ejecutivo y el aparato judicial; este último con Francisco Barbosa como principal cabecilla, desprovisto de cualquier recato y vociferando contra todo aquello que vaya en función de cambios en el país, y el apoyo de la Procuradora Margarita Cabello y los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. 

En medio de estas declaraciones de guerra jurídica está el pueblo que promovió y peleó un mandato popular, del cual se desprende la elección de Gustavo Petro como Presidente de Colombia. Mandato popular que debe seguirse defendiendo y exigiendo; en ese sentido, el llamado que el Presidente le hace a ese pueblo que lo eligió, no solamente debe estar fundamentado en la amenazas del viejo régimen sino en el salto cualitativo por la generación de cambios estructurales en el país; es decir,  no puede ser un llamado coyuntural, sino que debe ser de una vez por todas la decisión firme y decidida de gobernar con y para el pueblo, y no con alianzas y matices con estos sectores del viejo régimen. 

Petro ha escrito que: “Solo he esperado que las delegaciones internacionales que vienen de EEUU y el Consejo de seguridad de Naciones Unidas sean atendidas correctamente y nos oigan.” Lo que se espera es que esta grave denuncia y este pronunciamiento no sea solo un grito momentáneo para llamar la atención del Concejo de Seguridad de la ONU. 

“Se han allanado sindicatos, se ha torturado y se ha usado presiones sobre testigos para que se acuse al presidente y no han tenido éxito; desesperadamente sectores del narcotráfico, autores de delitos de lesa humanidad, políticos corruptos y sectores corruptos de la fiscalía buscan la salida del Presidente del cargo elegido por el pueblo”, dice el presidente y dice bien. Es muy importante compartir la caracterización de esos sectores, estos son los mismos que mantienen el Genocidio contra los liderazgos sociales; son los mismos que impulsan el narco-paramilitarismo y las mafias regionales, sometiendo regiones enteras.

Agrega Petro: “como presidente de la república debo avisar al mundo de la toma mafiosa de la fiscalía y debo solicitar al pueblo la máxima movilización popular por la decencia”. Este llamado debe significar ir en contra la institución que ha perseguido, criminalizado y asesinado lideres y lideresas sociales. Es importante que el presidente se sienta aludido por la amenaza para sí, que recuerda que los sectores populares y quienes buscan la paz, llevan décadas amenazados por esta institución y este tipo de funcionarios.

Fernando Romero, asesinado el 29 de enero de 2024 en Vijes, Valle del Cauca. Era presidente de la Junta de Acción Comunal en el corregimiento Cachimbal del municipio de Vijes.

Fabián Castaño Serna, asesinado el 30 de enero de 2024 en Tuluá, Valle del Cauca. Era fundador y presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Alejandría.

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