EL MEDIOAMBIENTE Y LA TAL ECONOMÍA CLIMÁTICA

Omaira Sáchica

Los postulados de Nordhaus han sido adaptados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) y son la base de propuestas para reparar las emisiones de carbono, que se centran en cuantificar el daño ambiental para tratar de mitigar sus impactos desde el punto de vista económico.

Nordhaus afirma que, “el planeta puede adaptarse a ese calentamiento con modestas inversiones en infraestructuras, cambios sociales graduales y, en los países desarrollados ricos, pocos sacrificios. Mientras tanto, la economía mundial se expande arrojando más carbono” [*].

Este postulado de Nordhaus es abismalmente erróneo, el incremento de la temperatura por encima de 1,5 grados Celsius, generaría fenómenos climáticos y ambientales complemente adversos que traerían cambios drásticos como sequías, inundaciones, huracanes, entre otras, mucho más fuertes que las que nos han venido azotando los últimos años, lo que sin duda tendría repercusiones negativas en la economía global, en ese contexto es completamente errado hablar de expansión de la economía en medio de la debacle ambiental.

El economista Joseph Stiglitz, refuta el paradigma de Nordhaus y afirma que, “la idea de que la optimización de la economía mundial se produciría con un calentamiento de 3,5°C que, según los científicos físicos, produciría un caos global y una especie de genocidio climático en las naciones más pobres y vulnerables, es una proyección salvajemente errónea». 

Los investigadores del clima Yangyang Xu y Veerabhadran Ramanathan, definieron el calentamiento de 1,5°C como peligroso y de 3°C o más como catastrófico, por encima de 5°C sería más allá de catastrófico, con consecuencias que incluyen amenazas existenciales. Por su parte, Will Steffen, pensador pionero de los sistemas terrestres advirtió junto a muchos de sus colegas que 2°C era un marcador crítico, con un calentamiento de 2°C, podríamos «activar otros elementos de inflexión en una cascada tipo dominó que podría llevar al sistema terrestre a temperaturas aún más altas». Estas cascadas de inflexión podrían conducir rápidamente a «condiciones inhóspitas para las sociedades humanas actuales», un escenario conocido como la Tierra Invernadero.

Los analistas de los sistemas terrestres nos dicen que la tierra habitable y cultivable en un régimen de calentamiento de 3°C a 4°C se vería tan reducida, y los servicios de los ecosistemas tan maltratados que podría producirse la muerte de miles de millones de personas en las próximas ocho décadas o menos. El científico Kevin Anderson, profesor de energía y cambio climático de la Universidad de Manchester (Reino Unido), afirma que, «algo así como el 10 por ciento de la población del planeta -alrededor de 500 millones de personas- sobrevivirá si la temperatura global aumenta 4°C; no extinguiremos a todos los seres humanos, ya que unas pocas personas con el tipo adecuado de recursos podrían situarse en las partes adecuadas del mundo y sobrevivir. Pero creo que es extremadamente improbable que no tengamos una muerte masiva a 4°C».

Evitar la debacle ambiental y salvar las especies de la extinción tiene implícito modificar o cambiar estructuralmente el modelo económico, ya que este ejerce como agresor climático y medioambiental, incrementando la huella de carbono a puntos críticos que se acercan a un punto de inflexión sin retorno. Desde luego estos cambios no dan espera y tienen que ir más allá de la inocua meta de emisiones cero para 2050 establecida por la última COP; necesitamos medidas reales e inmediatas, que están relacionadas con los patrones de consumo y hábitat, como disminución drástica del uso de energías fósiles, reducción de la ganadería extensiva, suspensión de la actividad minera y megaminería, entre otros.

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[*] Ketcham Christopher. Cuando los sabios idiotas hacen economía climática. The Intercept, 15-12-2023.

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