Sergio Torres
A mediados de febrero terminará el periodo de Francisco Barbosa como fiscal general de la nación. Y para cerrar con creces su excelente gestión de impunidad, está tratando de burlar la justicia para todos sus amigos.
El 2024 arrancó con las últimas movidas de Barbosa en su misión de garantizar impunidad para varios de los criminales amigos suyos. A las artimañas para seguir dilatando el caso de Álvaro Uribe, se le suman la libertad condicional de Andrés Felipe Arias y de Arturo Char. Además, el Fiscal General está tratando de generar el mayor ruido posible contra el gobierno de Petro, apoyando por algunos de los recientemente elegidos mandatarios locales y regionales a los que la propia Fiscalía ha garantizado seguir impunes y ejerciendo, a pesar de estar involucrados en casos de relacionemiento con la mafia; como es el caso de Federico Gutiérrez.
Salvar al patrón
Una de las misiones encomendadas por los jefes de Barbosa era este impidiera el avance del proceso contra Álvaro Uribe Vélez por compra de testigos. Por ello han trataron de archivar el proceso y dilatarlo para que el imputado no fuera llamado a juicio.
La última maniobra fue una doble movida, primero la renuncia del fiscal del caso Andrés Palencia, aduciendo tener problemas familiares; justo cuando nuevamente debía determinarse el llamado a juico. Después designaron como nuevo funcionario a un impedido, el fiscal 12 delegado ante la Corte Suprema de Justicia, Víctor Salcedo. Con estos trucos y mañas dilataron por otros 90 días la definición sobre la preclusión o acusación a Uribe.
Está claro que la Fiscalía de Barbosa, pretende dilatar los términos para promover y garantizar la impunidad. Protegiendo y favoreciendo en este caso al jefe de la agrupación criminal Centro Democrático.
Dejando delincuentes libres
En el caso de Arturo Char, no solo se mezclan varias movidas para sacar provecho y garantizar la burla al sistema de justicia, es una oda a la corrupción. Primero, utilizando el viejo método de aprovechar la época decembrina, en medio de las vacaciones judiciales y cierre de estamentos por las fiestas de fin de año, se organizó la maniobra. Ya se había garantizado su comodidad en Santa Marta.
La maniobra contó con la participación de varios de los funcionarios corruptos de la fiscalía de Barbosa, que actuó ante un recurso de ‘habeas corpus’ que interpuso la defensa de Char, apelando al vencimiento de términos. Involucrados como la magistrada Cristina Lombana que estableció un supuesto empate en la Corte. El juez de Santa Marta, Coy Domínguez, quien decidió la libertad inmediata, a partir del concepto de la magistrada Lombana. Sumando otro concepto de una vieja conocida del clan Char, la procuradora Margarita Cabello Blanco. Es decir, una clara actuación de la mafía dentro de los sistemas de justicia.
Para tratar de concretar los mandados de la fiscalía de Barbosa, el miércoles 10 de enero fue otorgada la libertad condicional a Andrés Felipe Arias, exministro de Agricultura de Álvaro Uribe Vélez, condenado a 17 años por el caso de Agro Ingreso Seguro.
Justicia para la paz
Al acercarse el fin de su periodo, el fiscal intenta tirar sus últimos cartuchos. Ratificando sin ningún escrúpulo que su función era servir a la mafia narcoparamilitar y garantizar impunidad a los representantes del viejo régimen. Seguramente después de su salida en febrero, Barbosa saldrá huyendo hacia el norte para buscar refugio y nuevas órdenes.
Lo que se esperaría es que con el nombramiento de una nueva dirección en la Fiscalía, este panorama de impunidad y mafias cambie. Aunque será difícil ya que este organismo está absolutamente copado de corrupción y vínculos con el narcotráfico, basta mirar el caso de la vicefiscal Mancera. En cualquier caso, Colombia necesita una justicia diferente, que esté más cercana a los cambios que el país necesita.
