Comandante Antonio García

Fueron tiempos de rebeldía y alzamientos armados contra los que se aplicó terror, medidas totalitarias, de extrema crueldad y represión, que le convirtieron en un servidor de valor para el Imperio en tanto garantizaba estabilidad de la región a favor de los intereses del Imperio.

En ese mismo territorio está ubicada lo que es hoy Palestina, un territorio que padece un abierto, claro y violento proceso de despojo genocida por parte de Israel.

Benjamín Netanyahu nacido en 1949 en Tel Aviv, representa al partido Likud y conocido por su enfoque ultra conservador, reaccionario, enfocado en acentuar políticas de seguridad, un extremo supremacista. 

Se ha caracterizado por sus políticas de terror, desbordada violencia, abierta injusticia, irrespeto por la normatividad internacional, desconocimiento total de los marcos de acción frente al uso de la fuerza, la violación abierta de los Derechos Humanos, el DIH. Netanyahu ha manifestado abiertamente un relato en que reivindica a Israel como pueblo elegido, con el “aval sagrado” para, entre otras, masacrar al pueblo de palestina, perpetrando extremo dolor y sufrimiento.

Un político al servicio incondicional del hoy decadente Imperio norteamericano que le protege y sostiene, en tanto es el motor de sus políticas de desestabilización regional y de sostenimiento de sus intereses en la zona. 

Hoy el mundo lleva presenciando por más de 90 días un genocidio, en vivo y en directo, contra el pueblo Palestino, las cifras emitidas por las embajadas dan cuenta del horror, al 22 de diciembre superan las 20 mil personas asesinadas por Israel, de ellos más de 8 mil niños y niñas, mas de 6 mil mujeres, 136 personas adscritas a la ONU, pasan de 90 reporteros y de 58 mil heridos. Así mismo se reporta que 110 profesionales de los equipos médicos palestinos han sido secuestrados por fuerzas israelíes, el 93 por ciento de la población de Gaza se encuentra en situación de desplazamiento forzado interno, etc.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denunciado que 23 hospitales ya no funcionan pues fueron objeto de bombardeos indiscriminados aún a pesar de los convenios internacionales, nueve hospitales funcionan parcialmente, y solo cuatro funcionan pero al mínimo, la alianza mundial de la clasificación integrada de la seguridad alimentaria en Fases (CIF), dijo que Gaza se encuentra a unos niveles catastróficos de inseguridad alimentaria, 93 por ciento de la población se encuentra ya en niveles críticos de hambre. Las enfermedades infecciosas aumentan, más de 100 mil casos de diarrea sobre todo en menores de 5 años, 150 mil casos de infecciones respiratorias superiores, numerosos casos de meningitis, erupciones cutáneas, sarna, piojos, varicela, suma otro gran drama el aumento de problemas de salud mental. En Gaza se estima una media de una ducha para 4.500 personas, un inodoro por cada 220, y el agua limpia es un bien escaso.

Un genocidio que se desarrolla de frente a los Estados y Gobiernos que dicen defender la normas, la Ley los derechos, un genocidio contra el pueblo de Palestino que es una afrenta contra la humanidad. Resuena la ausencia de una real solidaridad de los Estados, un fracaso abrumador de los sistemas de gobierno, la autonomía y de los sistemas internacionales. 

Esto que ocurre, es rotundo fracaso moral de occidente.

Son los pueblos quienes se han organizado, movilizándose, exigiendo, generando cientos de campañas, presionando, visibilizando y abriendo debates en todo el mundo, sobre la necesidad de replantear el orden internacional, el mundo basado en normas, cuestionando organismos como la ONU, e incluso el discurso de los derechos humanos. A la par, se re-potencia el sagrado derecho a la Rebelión. La lucha de los pueblos continúa y es portadora de la esperanza.

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