PARO ARMADO COMO HERRAMIENTA DE DISTINCIÓN Y PRECAUCIÓN
Violeta Arango
Actualmente, existe un acuerdo de Cese al Fuego Bilateral Nacional y Temporal entre el gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional – ELN, que busca bajar la intensidad del conflicto y propiciar escenarios de participación de la sociedad en el proceso de paz.
Desde el inicio, ambas partes reconocieron que este acuerdo no es el fin del conflicto, comprendiendo que el país vive una situación compleja por la escalada y el crecimiento de grupos narcoparamilitares como el Clan del Golfo y algunas de las disidencias de las FARC. Quienes combaten al ELN en el intento de debilitarlo militarmente y expulsarlo de territorios en los que tiene presencia histórica.
En el Chocó, las comunidades han denunciado desde hace varios años la connivencia del Clan del Golfo con la Fuerzas Armadas estatales. El ELN es uno de sus blancos de ataque, pero también lo han sido las comunidades, quienes han sufrido por asesinatos de sus líderes, por el bloqueo que hacen al suministro de víveres y elementos básicos que requieren, por ejemplo, con retenes que no dejan pasar comida y gasolina.
En la abierta confrontación bélica por parte de esta banda narcoparamilitar, el ELN ha combatido en legítima defensa. La ofensiva en contra nuestra ha crecido en estos últimos meses de Cese al Fuego con el gobierno, lo que obliga al ELN a tener que activar operaciones de disuasión y defensa.
En este sentido, las declaratorias de Paro Armado en el departamento del Chocó por parte del ELN tienen como contexto esta ofensiva de la que debemos defendernos como cualquier fuerza armada que es atacada, en el intento de frenar el avance y disposición militar de la banda que nos ataca.
Además de los propósitos en el plano militar, igualmente las declaratorias de Paro Armado han tenido como propósito aplicar los principios de distinción y de precaución, establecidos en el Derecho Internacional Humanitario (DIH), con la finalidad de proteger la población, porque con esta medida es factible distinguir los grupos armados de la población civil, así como evitar que caiga en medio de fuego cruzado en el desarrollo de permanentes combates, entendiendo que toda fuerza armada debe tomar todas las medidas para evitar y reducir los riesgos que la población civil sufra daños irreparables en medio de las acciones bélicas.