INCUMPLIR POR NECESIDAD,ADHERIRSE AL RÉGIMEN POR OPCIÓN
Sergio Torres
De nuevo el gobierno ha tratado de aprobar las reformas prometidas en campaña. En estas pujas para que el Congreso de la República las apruebe, los textos, las intenciones y el supuesto interés prioritario de estas van cambiando hasta quedar en más de lo mismo, acordado con el régimen.
Petro planteó su gobierno sobre la base de dos grandes pilares fundamentales, la llamada Paz Total y las reformas en sectores claves para el país; con estas últimas ha tenido sus principales dificultades, en parte porque lo planteado en ellas no termina de ser claro para la mayoría de la población, sobre todo para los sectores sociales y populares a los que se supone van dirigidas; y en otra parte, porque al no contar con mayorías en el Congreso de la República y haberse desecho el intento de coalición con los partidos de derecha, los Proyectos de reforma se han hundido, sufren modificaciones de fondo y finalmente son negociados con el viejo régimen para que puedan ser aprobados, perdiendo la profundidad de sus cambios.
La reforma y las mafias de la salud
El gobierno planteó 4 grandes reformas para desarrollar su mandato: la política, a la salud, la pensional y la laboral. La primera de ellas fue retirada por el propio gobierno cuando estaba siendo debatida y era inminente que iba a hundirse; la segunda está nuevamente en trámite de discusión y las dos últimas esperan su turno para ser debatidas en el Congreso, ya avizoran escollos difíciles para ser aprobadas.
Al iniciar su gobierno Petro armó una coalición de gobierno con los representantes del viejo régimen con la excusa de lograr la gobernabilidad, es decir, aprobar las reformas que supuestamente traerían el cambio. Sin embargo, esta idea le duró poco y varios de estos supuestos aliados se fueron desmarcando rápidamente, una de las causas de esto fue precisamente la propuesta de reforma a la salud. Obviamente, las mafias que se han lucrado con la salud en Colombia no están dispuestas a que se disminuyan sus ganancias.
El Proyecto de ley pretende reformar el sistema público-privado y devolverle al Estado una mayor incidencia en el sistema de salud. Modificando la participación de las Entidades Prestadoras de Salud -EPS-. Las cuales, según Petro, participarían en la administración de Centros de Atención Primaria. Cabe señalar que estas entidades han sido el foco de mayor corrupción, negligencia y maltrato a los usuarios, por lo que en principio el pueblo había pedido su eliminación del sistema de salud.
El afán por mantener el control sobre la mafia que la derecha construyó con la salud, hizo que sus representantes rompieran la coalición de gobierno conformada al iniciar el mandato de Petro. En esta puja, descabezaron a la ministra de salud, Carolina Corcho, ponente de la Reforma. La oposición ha apelado a artimañas para retrasar los debates y boicotear su aprobación, con debates desgastantes y la maniobra de romper el quórum necesario para que sea imposible la votación.
La opción e incumplimiento del Gobierno
Con todo ello, o tal vez por eso mismo, el presidente Gustavo Petro ha vuelto a la fórmula de acercarse y buscar acuerdos con el viejo régimen, como lo son Uribe Vélez y el Centro Democrático. El llamado Gran Acuerdo al que se refiere el presidente parece ser realmente un reflejo de la soberbia y el pragmatismo, que desdice y niega la expectante opción de cambio por la que el pueblo colombiano lo eligió.
Esta fórmula de “arreglar con el patrón” cuando las instituciones son burladas y manipuladas, son una prueba más del poder que tienen las mafias de derecha sobre el establecimiento. Y la desafortunada opción que toma el Presidente, que significa un viraje en la idea de una política de cambios profundos en el país. En lista para iniciar debates están las reformas pensional, laboral y educación, nada raro que también sean acordadas con la derecha para que puedan ser debatidas y aprobadas, de hecho ya Fenalco exigió que la laboral se discuta después de haber acordado el aumento de salario mínimo.
Como resultado pragmático de estos acercamientos y acuerdos, esta semana la reforma a la salud fue prácticamente aprobada. Queda pendiente conocer a cambio de qué y bajo qué costos para el mandato popular. Al pueblo vuelve a quedarle la misma opción de lucha y democracia de calle con la que impulsó el histórico triunfo del actual gobierno.