LOS IMPUESTOS SALUDABLES SÍ SON BENÉFICOS
Claudia Julieta Parra
El Primero de noviembre entró en vigencia el impuesto a las bebidas azucaradas y a los productos ultra procesados; las grandes empresas de alimentos han adelantado una campaña en contra de este gravamen, tratando de convencer que estos impuestos son negativos.
Los desórdenes alimenticios que tiene gran parte de la población han desencadenado múltiples enfermedades como diabetes, obesidad (más del 50 por ciento de la población colombiana la padece), entre otros, desatando una epidemia de salud pública producida por los alimentos que se consumen. Gobiernos de diversas partes del mundo han desarrollado el concepto de Impuestos Saludables, que buscan desincentivar el consumo de productos que por su consumo diario generan alteraciones de la salud, como el tabaco, las bebidas azucaradas, los alimentos ultraprocesados, entre otros.
El impuesto a las bebidas azucaradas y a los alimentos ultraprocesados, es un tributo gradual que este año grava con 18 pesos a las bebidas que tengan entre 6 y 9,9 gramos de azúcar por cada 100 mililitros (ml), y con 35 pesos las bebidas que contengan 10 o más gramos de azúcar por cada 100 ml; en 2024 el impuesto subirá a 28 y 55 pesos respectivamente, y en 2025 el gravamen se fijará en 38 y 65 pesos respectivamente. En el caso de los ultraprocesados -alimentos con cantidades elevadas de sodio, azúcares o grasas saturadas-, este año el impuesto será del 10 por ciento, en 2024 del 15 por ciento y en 2025 del 20 por ciento.
Luis Fernando Gómez médico salubrista y profesor de la Universidad Javeriana, afirma que “el impuesto a las bebidas azucaradas y los ultraprocesados es una decisión que celebramos desde la salud pública, es el resultado de un esfuerzo colectivo de varias organizaciones de la sociedad civil, además existe evidencia muy robusta que soporta la decisión de ponerle impuesto a estas bebidas que incrementan el riesgo de obesidad y sobrepeso, especialmente en la población infantil”.
Pese al pánico que han querido crear los medios de comunicación que pertenecen a empresarios que a su vez son accionistas en empresas que se afectan con esta medida, el Impuesto Saludable no acabará con la obesidad, pero muy probablemente disminuirá el consumo de productos dañinos y esperamos que más adelante otro tipo de productos nocivos también sean gravados para desincentivar su consumo.