LA AUSTERIDAD BENEFICIA EL CRECIMIENTO Y EL DESARROLLO
Chavela Villamil
Cualquier economía por rudimentaria que sea tiene dos principios básicos para que sea funcional y sostenible, no gastar más de lo que se produce y no asumir pasivos que superen la capacidad de pago, de lo contrario el régimen fiscal se hace insostenible.
Producto de las inflexiones propias del modelo económico global, la economía mundial presenta una desaceleración abrupta y prolongada que afecta con mayor fuerza a países en vía de desarrollo, dada su excesiva dependencia de capital exógeno.
El Banco Mundial (BM) en su más reciente informe ratifica las bajas proyecciones de productividad de este año y el siguiente; según el BM este año la economía de América Latina y el Caribe crecerá en promedio 2,00 por ciento, la economía colombiana se encuentra por debajo de la media y su crecimiento será de 1,5 por ciento [1]. Por su parte, la Organización Mundial del Comercio (OMC) en su más reciente informe sostiene que la dinámica comercial global este año solo crecería 0,8 por ciento, una cifra muy distante de la esperada que era 1,7 por ciento [2].
Toda economía debe tener un margen de endeudamiento
Es parte de la lógica fiscal que una economía prevea sus gastos, que los egresos no superen los ingresos y que no se pierda la capacidad de endeudamiento, bajo este precepto surge en Colombia una política de endeudamiento que se denomina Regla Fiscal, que es un instrumento legal e institucional del Estado, dicho instrumento fue establecido en 2011 y busca asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas, de tal forma que el límite de endeudamiento no supere el 71 por ciento del PIB, actualmente este margen está en 57,6 por ciento.
Según el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) el año anterior la carga de interés creció en 24 billones de pesos y los incrementos que ha hecho este año el Gobierno en el Gasto Corriente han disminuido aún más el margen de endeudamiento. Andrés Mauricio Velasco, director técnico del Carf afirma que, “teniendo en cuenta los ingresos, las obligaciones y un margen de maniobra para situaciones extraordinarias, con una productividad pondera de 1,5 por ciento sería un gran riesgo financiero ampliar el marco fiscal de mediano plazo para sostener el Gasto Corriente” [3].
Jorge Iván González, director del Departamento Nacional de Planeación (DNP) recientemente manifestó que es necesario flexibilizar la regla fiscal, González aseveró que, “la regla fiscal limita el crecimiento del gasto público del gobierno, vamos a buscar cómo flexibilizar la regla fiscal con una regla fiscal verde, excluir del margen de endeudamiento el gasto de inversión los recursos relacionados con la transición energética y ambiental para generar un margen fiscal más amplio” [4].
¿La alternativa es disminuir el Gasto Corriente?
En términos macroeconómicos Colombia se ha desacelerado a tal punto que entró en un periodo de estancamiento, con una inflación interanual de 11,43 por ciento que decrece a un ritmo muy lento, existe un gran margen de riesgo que el país caiga en un periodo de estanflación; además, la políticas monetaria aplicada es contraccionista, ya que le da prioridad a la inflación en términos de mantener tasas de interés y usura muy altas, lo cual fractura aún más la economía familiar ya que decrece su poder adquisitivo por los altos interés e incrementa el shock por demanda que se viene presentando.
Desde el punto de vista fiscal y financiero es completamente inadecuado mover los límites de la regla fiscal, mucho más si se tiene en cuenta que el capital resultante no se invertiría en proyectos redituables sino seria inyectado al Gasto Corriente (burocracia, guerra, pago de DE). En sí, el problema de nuestra economía más allá de ser financiero es de tipo económico, es decir, en un periodo de recesión en vez de decrementar el Gasto Corriente, las políticas económicas apuntan a incrementar los pasivos sin modificar la prioridad del gasto, en otras palabras, pagar una deuda con otra deuda.
Lo sensato a nivel financiero es que el Gobierno decrete un periodo de austeridad realmente severo y acorde con el momento financiero por el que atravesamos, desde luego esto implica suprimir gastos onerosos e innecesarios, disminuir el Gasto Corriente, dándole gran importancia a romper la lógica antifinanciera de priorizar el pago de la Deuda Externa que consume más de 50 por ciento del PIB y una quita parte del presupuesto general del próximo año, y lo peor es que estos pagos solo amortizan los intereses pero no se cubre la deuda de capital.
____
[1] El Banco Mundial anuncia que América Latina tendrá menor crecimiento del esperado. Bloomberg, 04-10-2023.
[2] Frenarán el crecimiento del comercio mundial en 2023: OMC. Bloomberg, 05-10-2023.
[3] Opiniones enfrentadas sobre la regla fiscal colombiana. Valora Analitik, 02-10-2023.
[4] Cambiar la regla fiscal es inoportuno e inconveniente para Colombia. Valora Analitik, 02-10-2023.
Tienen toda la razón al decir que la salida a la crisis es dejar de derrochar el dinero que aportamos todos los colombianos con los impuestos
Muy buen artículo y estoy de acuerdo con usted, pero otra salida a la crisis es la nacionalización de las vías y de todos los servicios públicos.
Si la gente tuviera trabajo de verdad tendría más plata y podría comprar mucho más
No podemos superar la crisis si el gobierno no deja de gastar la plata en cosas incensarías
Aquí todo va bien para los ricos, los demás que nos lleve el diablo
Una muestra de gastos innecesarios es el ministerio de la igualdad, tiene una de las nóminas más costosas del gobierno y en la práctica no se nota que haga mucho
¿Cuándo bajará el sueldo de los ministros y los congresistas? ¿Cuándo dejaran de nombran asistentes de los asistentes? ¿Cuándo el gobierno entenderá que la plata es de todos que ellos solo la administran?