ES HORA DE CAMBIAR LA POLÍTICA ANTIDROGAS
Alejandra Rincón
Durante décadas, el Estado colombiano ha replicado la política antidrogas norteamericana que es totalmente coercitiva y solo se enfoca en atacar al campesino productor de hoja de coca y perseguir al consumidor; política fracasada que solo ha servido para incrementar la producción de cocaína.
La política antidrogas hasta ahora aplicada en nuestro país ha sido un rotundo fracaso. Los cultivos de hoja de coca han aumentado un 61 por ciento, pasando de 143.000 hectáreas sembradas en 2020 a 230.000 en 2022. De acuerdo al Informe global sobre la cocaína 2023, Colombia posee el 70 por ciento de los cultivos de hoja de coca a nivel mundial.
La revista Bloomberg, en una publicación del 14 de septiembre, afirmó: “La cocaína está a punto de convertirse en el principal producto de exportación de Colombia, superando al petróleo, ya que la producción del estupefaciente va en un vertiginoso aumento (…); estimamos que en 2022 las exportaciones de cocaína aumentaron a 18.200 millones de dólares, muy cerca a las de petróleo que fueron de 19.100 millones de dólares”.
El contundente fracaso de la política antidrogas nos obliga a pensar en una política alternativa que supere de manera integral el fenómeno del narcotráfico. En este sentido, el Gobierno de Petro ha planteado un viraje enfocado en no perseguir a cultivadores y consumidores, transformar territorios productores y combatir el crimen organizado.
Combatir a los narcotraficantes tiene implícito centrarse en bloquear el retorno del dinero que obtienen por la venta de los alcaloides, lo que implica medidas efectivas y garantistas en términos de lavado de activos, las cuales para que sean funcionales tienen implícito acabar con la corrupción en las altas esferas del Estado y la colusión entre el narcotráfico y la Fuerzas Armadas.
De nada sirve perseguir a los campesinos pobres cuyo única opción es sembrar coca, hay que perseguir es a los políticos y los generales que trabajan con los narcos, esos son los verdaderos criminales.
De nada sirve prohibir las drogas, lo que se necesita es cambiar la realidad del país que es la que lleva a muchos a caer en ellas.