RENEGOCIAR LOS TLC, UN RETO
Chavela Villamil
Los Tratados de Libre Comercio (TLC) son acuerdos comerciales entre países y su renegociación o modificación implica que los intervinientes estén de acuerdo; en nuestro caso, el TLC contraído con Estados Unidos (EEUU) lesiona los intereses nacionales y beneficia ampliamente a los EEUU.
En la década de los noventa del siglo anterior dieron inicio a la Apertura Económica, que consistía en abrir el mercado nacional a la globalización, bajo el sofisma de incentivar el crecimiento de la industria nacional gracias a la competencia con los demás países y una mejor disponibilidad tanto de bienes como de consumidores; desde luego esta apertura nos dejó expuestos a la Teoría de libre mercado en condiciones no competitivas, dado los bajos subsidios y la poca tecnificación que posee la producción interna, en especial el campo agrícola.
La Apertura Económica disminuyó exageradamente el marco arancelario lo que facilitó la exportación de productos, y a su vez permitió que mercados extranjeros –con productos subsidiados– inundaran nuestro mercado con productos de menor valor y calidad igual o superior; esto generó detrimento en la producción nacional e incremento el consumo importado, además cambió la vocación productiva de varias regiones, llevando a la casi extinción de la producción varios cultivos de consumo diario como el trigo, la cebada, la avena, el ajonjolí, el maíz, el arroz, entre otros.
Un Tratado que nos arruina
El TLC entre EEUU y Colombia entró en vigencia el 15 de mayo del 2012, decrementaba aún más el régimen arancelario que funciona como blindaje para evitar la importación excesiva, y aparentemente era beneficioso para nuestro país ya que permitía ampliar nuestra exportaciones, salvo que las medidas fitosanitarias y otro conjunto de requisitos impidieron que la exportación masiva se llevara a cabo, terminó siendo un Tratado donde nuestra economía se inundó aún más de productos extranjeros en gran parte de tipo transgénico.
Antes de entrar en vigencia los TLC, la agricultura representaba el 22,3 del Producto Interno Bruto (PIB) y la industria manufacturera ocupaba el 21,1 por ciento; actualmente el déficit de balanza comercial es enorme, el agrícola solo aporta 5,3 por ciento del PIB y las manufactureras el 9,9 por ciento; esta disminución de casi 2 tercios de la producción nacional, llevó al traste la producción nacional y quebró el campo, siendo los más afectados los pequeños y medianos productores, que además de no estar en capacidad de competir con los productos importados, tuvieron que cambiar el uso del suelo, obligando a muchos de estos a ingresar al cultivo de plantas de uso ilícito.
No es tan fácil renegociar un TLC
El reciente anuncio del Presidente Petro de renegociar el TLC con EEUU abre las expectativas de cientos de campesinos y medianos productores, sin embargo, no es algo fácil o de inmediata consecución; muestra de ello es lo dicho minutos después por la Presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), “cualquier ajuste que se haga en el marco de este acuerdo comercial debe hacerse con base al principio de reciprocidad, ya que no se trata de un asunto unilateral” [1], lo que da a entender que EEUU no renunciará fácilmente a los benéficos que le da el TLC y que su renegociación puede implicar condiciones más adversas que las actuales.
Renegociar el TLC es un trámite más complejo de lo que parece, lo primero que debería suceder es que el gobierno de los EEUU le presente a su Congreso la posibilidad de renegociar el Tratado y la apruebe; desde luego esto no es viable en el actual contexto preelectoral norteamericano; además, desde el punto de vista de EEUU estamos hablando de un Tratado conveniente para ellos, que les permite paliar la actual crisis económica que sufren. Hay que recordar que ya Ecuador intentó renegociar su TLC y no lo logró, ¿por qué EEUU haría la excepción con Colombia?, la otra opción es que Colombia rompa dicho Tratado de manera unilateral con todo lo que ello implica, situación que es mucho menos probable.
Necesitamos Reformas Estructurales
Subsanar la crisis socioeconómica actual, dinamizar los mercados y enfrentar el colapso de la economía, más allá de renegociar un Tratado que es casi inmodificable, requiere medidas más pragmáticas y al alcance de la capacidad, como lo es realizar cambios estructurales del modelo económico, lo que implica disminuir el Gasto Corriente (burocracia, guerra, pago de Deuda Externa) y reformas al fisco y al sistema productivo, en otras palabras, requiere un modelo económico que se centre en el incremento del poder adquisitivo de la gente, la formalización del empleo, diezmar el déficit de balanza comercial que implica fomentar y fortalecer de manera integral la producción nacional.
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[1] Por qué sería difícil renegociar el TLC entre Colombia y Estados Unidos. Valora Analitik, 17-08-2023.