LA DEUDA SIN FONDO

LA DEUDA SIN FONDO

Chavela Villamil

Durante las últimas décadas la economía mundial ha venido desacelerándose, esto ha conllevado a que los países, sin importar si son desarrollados o en desarrollo, se vean obligados a aumentar el Déficit en Cuenta Corriente –Deuda Externa (DE)–, incrementando el déficit fiscal interno y la pobreza multidimensional y monetaria.

Los recientes fenómenos macroeconómicos que han disparado la inflación y suscitado la alarma de recesión económica, generando incrementos históricos en la Cuenta Corriente global, que afectan con mayor fuerza economías dependientes como la nuestra; según el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés) el Déficit de Cuenta Corriente global el año anterior se incrementó en 36 billones de Dólares, llegando a un récord histórico de 296 billones de Dólares, esta exorbitante cifra es 3,5 veces superior al Producto Interno Bruto (PIB) de todo el mundo, que el año anterior fue de 84,75 billones de Dólares [1].

La crisis norteamericana impacta la economía latinoamericana

Indermit Gill economista jefe del Banco Mundial presentó recientemente las nuevas previsiones de crecimiento de la economía global, para este año será de 0,7 por ciento, lo que deja en evidencia la desaceleración de la economía global para este año que será de menos 3,1 por ciento y para el 2024 será de menos 2,4 por ciento [2].

El Banco Mundial afirma que la lucha contra el fenómeno inflacionario en Estados Unidos (EEUU) puede derivar una crisis financiera en los mercados emergentes; las previsiones de crecimiento de la economía mundial para este año advierten que la situación es precaria y riesgosa, ya que el impacto del incremento de las tasas de interés en EEUU, repercute en las finanzas de los países en desarrollo, en especial en regiones dependientes de la economía extranjera como América Latina.

El economista Michael Hudson deja entrever que la crisis inflacional de Estados Unidos en cierta medida es intencional, “los dirigentes de la Reserva Federal dicen que necesitamos una depresión y que EEUU necesita algo de desempleo. Como el aumento de los salarios se come los beneficios, tenemos que bajar los salarios para que las empresas puedan ganar más dinero para contratar gente” [3].

El déficit de cuenta corriente asfixia nuestra economía

Recientemente el déficit de Cuenta Corriente colombiano llegó a 187.371 millones de dólares, lo que representa un aumento de 12.292 millones respecto al mismo periodo del año anterior, Deuda Externa (DE) que equivale al 55,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); en otras palabras, por cada 10.000 Pesos que produce el país, 5.530 pesos deben ser destinados a pagar solo los intereses de la DE.

Es urgente romper la lógica antifinanciera de una DE a la que solo se logra amortizar los intereses, pero la deuda de capital sigue intacta; por ende es inaplazable renegociar el pago de este pasivo y de esta manera aliviar la carga sobre el PIB, a fin de mejorar el desarrollo productivo e incrementar el poder adquisitivo per cápita.

En aras de favorecer el Gasto Social resulta contradictorio destinar una quinta parte del Presupuesto General de la Nación (PGN) al pago de la DE, en consonancia con el desarrollo social que plantea el Gobierno este monto se debería congelar, o en su defecto su incremento no debería superar el 2,2 por ciento que es la proyección de crecimiento para el próximo año, lo que permitiría liberar 5,9 billones de Pesos que se podrían anexar al Gasto Social.

El empleo formal es la salvación de las economías

Ajay Banga Presidente del Banco Mundial afirma que, “la forma más segura de reducir la pobreza y extender la prosperidad es a través del empleo, y un crecimiento más lento dificulta mucho más la creación de puestos de trabajo” [4].

Cualquier propuesta tributaria, financiera o medida que busque mitigar la brecha social y dinamizar la economía es inocua, si no se rompe la lógica antifinanciera de una DE impagable que asfixia el PIB nacional. Necesitamos una política financiera que recorte los gastos suntuarios, el gasto burocrático y el Gasto Corriente (burocracia, guerra, pago de DE), que modifique la tributación en aras de que esta sea redistributiva, es decir, que las empresas y las personas naturales con grandes capitales aporten acorde a sus utilidades netas, de igual forma, estos recursos se deben destinar a incrementar el Gasto Social para subsidiar la población excluida, empobrecida y perseguida.

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[1] La deuda global se desborda. Forbes, 15-07-2023.

[2-4] El Banco Mundial advierte del riesgo de crisis financiera en los países emergentes. Forbes, 6-07-2023. [3] La compra de deuda estadounidense subvenciona al imperialismo. La Haine, 15-06-2023.

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