REFORMA LABORAL ES FORMALIZAR EL REBUSQUE
Claudia Julieta Parra
En el Congreso hundieron la reforma laboral, pese a ser un placebo que lograba mínimas mejoras al trabajo asalariado, pero no mitigaba el desempleo ni el empleo informal, factores determinantes para la mejoría del poder adquisitivo per cápita y la reactivación económica.
La tercerización laboral, la pauperización de las condiciones laborales y salariales, el recorte de horas extras, entre otros, si bien son problemas trascendentales para el sector laboral que tienen repercusión directa en la calidad de vida de la población, son problemas secundarios si se tiene en cuenta que las principales falencias del modelo laboral es la baja oferta de plazas laborales y en especial la preponderancia del rebusque o empleo informal, que genera una burbuja financiera especulativa que no incrementa el poder adquisitivo per cápita, pero contribuye al incremento de la inflación, la desigualdad y, la pobreza multidimensional y monetaria.
De acuerdo al Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en abril la Tasa Nacional de desempleo fue de 10,7 por ciento y la Tasa de Empleo Informal de 58,5 por ciento, 12,9 millones de personas trabajan de manera informal, razón por la cual se puede afirmar que 6 de cada 10 trabajadores tienen un ingreso mensual inferior a un salario mínimo, por ende, carecen de prestaciones sociales y tienen un bajo poder adquisitivo.
Basar la disminución del empleo en el incremento del empleo informal es un riesgo económico y financiero, aunque el comercio informal garantiza fluctuación de masa monetaria no permite generación sostenida de poder adquisitivo per cápita, generando una economía volátil, donde se incrementa la actividad laboral pero esta no alcanza a cubrir los gastos básicos, incrementa la pobreza monetaria y multidimensional, y obliga al Gobierno a incrementar los subsidios sociales y económicos, incrementando el creciente déficit fiscal.
El sistema actual y la política económica instaurada por el Gobierno no avanza en pagar la Deuda Social ni genera sostenibilidad, crecimiento y productividad; por ende, se requiere una política de empleo formal que disminuya el desempleo y reduzca el subempleo, lo cual incrementaría el flujo de capital circulante y reactivaría la economía; en otras palabras, salir de la crisis económica demanda generar empleo bien remunerado, elevar el poder adquisitivo per cápita y fomentar políticas de desarrollo integral de la producción nacional.