GASTAMOS MÁS DE LO QUE PRODUCIMOS

GASTAMOS MÁS DE LO QUE PRODUCIMOS

Claudia Julieta Parra

El país queda en un grave riesgo financiero por la manera como este Gobierno incrementa el Gasto Corriente (burocracia, guerra, pago de intereses de la Deuda Externa), mientras decrece la productividad del país y no realiza una inversión integral en la producción nacional.

De acuerdo a los más recientes informes económicos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el Índice de Producción Industrial (IPI) de abril muestra un decrecimiento de menos 3 por ciento, los sectores más afectados son la industria manufacturera con menos 6,4 por ciento, comercio menos 5,4 por ciento, automotriz y maquinaria pesada menos 4,3 por ciento, agroindustria menos 3,4 por ciento, inmobiliario menos 1,7 por ciento, explotación de minas y canteras 0,7 por ciento, entre otros. 

Por su parte el Ministro de Hacienda afirmó que este año la economía crecerá 1,8 por ciento, cifra contraria a las del Banco de la República que estima dicho crecimiento en 0,64 por ciento, y el Banco Mundial estima que será de 1,0 por ciento; además el Ministro proyecta la inflación al cierre del año en 9,2 por ciento, para el Dane en mayo este indicador osciló en 12,36 por ciento. Sin necesidad de hacer un análisis profundo salta a la vista que las proyecciones del Gobierno aunque son muy esperanzadoras, están alejadas del contexto actual y son disonantes con una tendencia economía que se desacelera y está en la línea roja de la Recesión Técnica.

Se hace evidente que de acuerdo a las proyecciones económicas del Ministerio de Hacienda, se incrementará considerablemente el Gasto Corriente a pesar de que el Producto Interno Bruto (PIB) decrece y el desempleo aumenta; en otras palabras, gastamos más de lo que producimos, lo que es una política financiera nefasta para el erario, ya que nos obliga a comprometer aún más las vigencias futuras, poniendo en riesgo potencial la estabilidad financiera y fiscal del país.

Al país le urge alcanzar la reactivación económica, lo que implica aumentar el flujo de capital líquido, para lo cual es necesario disminuir el déficit de plazas laborales y la formalización del empleo informal. A su vez, necesitamos una política financiera que recorte el Gasto Corriente y modifique la tributación en aras de que esta sea redistributiva, para que estos recursos permitan incrementar el Gasto Social y así disminuir la pobreza monetaria y multidimensional, y la desigualdad social.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *