SUBE EL PRECIO DE LA ENERGÍA POR EL FENÓMENO DEL NIÑO
Chavela Villamil
Resulta paradójico que un país que posee afluentes hídricos de gran caudal, que obtiene dos tercios de la energía eléctrica de centrales hidráulicas y que tiene desplegado un sistema de prevención energética, constantemente deba incrementar los costos de la energía eléctrica.
El modelo económico global está fundado en la acumulación de capital en un grupo plutocrático reducido, lo que exacerba la pobreza y la brecha de desigualdad; a su vez, el neoliberalismo plantea que la enajenación de activos estatales es favorable para la productividad, bajo la falacia de que se disminuyen gastos estatales y se mejoran los servicios prestados. Sin embargo, la enajenación de activos estratégicos deja el costo de los servicios básicos supeditados al valor del libre mercado, lo que hace que los servicios públicos constantemente estén incrementando su valor y contribuyendo al aumento de la inflación.
El remedio es peor que la enfermedad
A finales de la década del sesenta del siglo anterior el Gobierno decidió integrar todos los sistemas eléctricos existentes en el país, para crear el Sistema Interconectado Nacional (SIN) que integra todas las líneas de transmisión de energía y subestaciones, por tanto, las centrales de generación no atienden la demanda de energía del municipio o región donde están ubicadas, ya que la energía va directamente al SIN.
El SIN lo componen más de 30 compañías públicas y privadas de generación, transmisión y distribución de energía, junto con 209 plantas de generación y 26.333 kilómetros de redes de energía; actualmente el SIN es operado por la empresa XN filial de ISA. El país tiene una capacidad instalada de 17.326 megavatios (MW) y una demanda máxima anual de 10.700 MW, lo que genera un superávit anual de 6.626 MW [1];
La Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) es una unidad administrativa autónoma sin personería jurídica adscrita al Ministerio de Minas y Energía, que tiene como función regular la distribución equitativa, masiva y al menor costo posible de la energía eléctrica, el gas natural y el gas licuado, entre otros.
La Creg no es la encargada de fijar el precio básico del kilovatio hora (KWh), este es determinado por las empresas generadoras que establecen su valor por los estándares comerciales internacionales (valor cambiario en Bolsa de los combustibles), además, se debe indexar los costos de transmisión, distribución y comercialización, su sumatoria determina el valor bruto del KWh, por si fuera poco este valor esta mediado o inferido por la oscilación del Índice de Precios al Productor (IPP), en otras palabras, este servicio esencial está determinado por la inflación.
El fenómeno de El Niño: un mito
Recientemente la Ministra de Minas y Energía anunció que los precios de la energía subirán en los próximos meses a consecuencia del Fenómeno de El Niño [2], las sequías llevarán al uso de energía térmica, “tenemos en Colombia una matriz donde el 70 por ciento es hidráulica y el 30 por ciento es térmica. Pero cuando comienza a escasear el agua se genera un estrés que nos lleva a consumir más termoeléctrica” [3].
La escasez de agua lleva a que haya menos caudal en los ríos y en las represas para mover las turbinas de las centrales hidroeléctricas, y así fuerza a que se utilicen fuentes alternativas de energía como la termoeléctrica. El problema es que los precios de sus insumos como el carbón térmico son más elevados, lo que automáticamente incrementa el costo del Kilovatio kWh; además, afecta el valor en la Bolsa Energética en la que las empresas productoras venden su producción a las distribuidoras de energía. Estos dos factores generan incrementos en la factura de energía que oscilan entre el 10 y el 25 por ciento.
El problema es el modelo
El problema de fondo del costo de los servicios públicos en general es que producto del sistema neoliberal estos fueron privatizados, lo cual dejó estos servicios fundamentales esclavos de la lógica capitalista donde el principal fin es la obtención de utilidades.
Disminuir o regular el precio de los servicios públicos requiere una política económica que no se rija por la política de libre mercado, situación que es difícil de resolver en lo inmediato, por esta razón en el mediano plazo lo factible es sacar de la ecuación tarifaria el IPP, que las comercializadoras asuman las perdidas por defraudación, y generar un sistema que no tase los precios por la oscilación del mercado bursátil.
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[1] Ministerio de Minas y Energía, actualizado el 24-05-2023.
[2] Según el Ideam es un fenómeno climático que disminuye la precipitación de las lluvias generando disminución de los canales freáticos y sequias. [3] El fenómeno de ‘El Niño’ amenaza los precios de la electricidad en Colombia. Valora Analitik, 15-06-2023.