MAFIAS APUNTANDO A LAS REGIONES
Sergio Torres
Empieza a calentarse el debate sobre las elecciones de octubre. Los partidos tradicionales empiezan a organizar sus maquinarias corruptas y sus estrategias de manipulación con las que intentarán impedir una nueva derrota en las urnas.
En octubre se llevarán a cabo las elecciones locales y regionales, las primeras después del Estallido Social de 2021. La derecha mafiosa, derrotada por el nuevo gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez gracias al impulso de las protestas del 2021, apunta hacia las gobernaciones y alcaldías en su afán de continuar engordando sus clanes de corrupción.
En un país de regiones, males como la corrupción y sus mafias asociadas tienen expresiones territoriales propias. En la costa Caribe colombiana se han hecho famosos los llamados clanes, familias que amasan fortunas y crean feudos electorales a partir de enormes maquinarias de corrupción, que consolidan verdaderas mafias corruptas en departamentos y regiones enteras, las que sostienen con la Ley metálica de “Plata y plomo”. En el Atlántico son famosos los clanes Char, Gerlein y Name, en el Valle del Cauca las redes de Dilian Francisca Toro, en Antioquia el legado del paramilitarismo asociado a Federico Gutiérrez, entre otros.
La derecha empieza su campaña
El afán por mantener sus estructuras corruptas empieza a hacerse evidente con la cercanía del mes electoral. El Centro Democrático ha empezado a proyectar sus jugadas y mover sus clientelas. Recientemente se filtró un vídeo donde se puede ver a la senadora Paloma Valencia planear la manera en que intervendrán para impedir que los sectores progresistas y de izquierda continúen llegando a escenarios del poder legislativo local.
En dicho vídeo se evidencia el desespero de estos sectores por oponerse a la continuidad de cambios en los gobiernos locales. “Yo siento que, si no nos unimos, si no echamos mano a los conservadores, a los liberales, o no tratamos de mantenernos cerca, ¿cuál es el resultado de eso? que vamos a terminar perdiendo”, se escucha decir a la senadora Valencia, mientras ordena la manera en que deben hacerle frente a las propuestas más cercanas al progresismo del actual Gobierno.
Una nueva gobernabilidad regional
Las próximas elecciones serán decisivas para la consolidación de un proyecto de contenido social y alternativo, por ello mismo podrían significar una fuerte estocada al sector dominante que continúa contando a varias regiones como feudos electorales. Ya se han hecho evidentes las intenciones camaleónicas que incluso ven la posibilidad de camuflarse dentro las propuestas organizativas progresistas. Los partidores electorales empiezan a mostrar candidaturas muchas de las cuales vienen apadrinadas desde estas maquinarias corruptas.
Es importante que los sectores populares logren dilucidar y posicionar opciones construidas desde sus propias dinámicas y luchas, que realmente sean representativas, que recojan y den continuidad al mandato por el cambio surgido del Estallido Social. La gobernabilidad de las regiones será definitiva para impulsar escenarios de cambio y avanzar hacia la construcción de nuevos horizontes sociales y políticos.
Para estas elecciones territoriales de octubre ya empiezan a arreglarse las candidaturas, a aceitarse las maquinarias del fraude; por ello, la mejor forma de empezar a cambiar y combatir estas mafias es negándoles la continuidad del poder local desde la gente. Justamente en ese escenario electoral tendrá que confirmarse el mandato por el cambio que el pueblo movilizado generó. Derrotar las mafias electorales y que asciendan gobiernos locales del pueblo.