LA INFORMALIDAD LABORAL DECRECE LA ECONOMÍA

LA INFORMALIDAD LABORAL DECRECE LA ECONOMÍA

Claudia Julieta Parra

La escasez de plazas laborales y las crecientes necesidades de la sociedad han llevado a que se regularice el trabajo informal como método de ingreso, lo cual genera capital liquido fluctuante pero gesta una economía volátil es inestable.

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) dio a conocer que la cifra de empleo informal o rebusque continua alta y con tendencia incremental, en el primer trimestre de este año este indicador llegó a 58,5 por ciento, es decir, de cada 10 personas que laboran 6 lo hacen de manera informal y con ingresos inferiores al salario mínimo, lo cual tiene repercusión directa en el déficit de Costo de Vida. Según el Dane Sincelejo (67,4 por ciento), Riohacha (67,3 por ciento), Santa Marta y Valledupar (63 por ciento), son las ciudades con la mayor tasa de informalidad.

Recientemente el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en inglés), afirmó que 15,5 millones de colombianos -cerca del 31 por ciento de la población- se encuentran en condiciones de inseguridad alimentaria -moderada y severa-. El Director del WFP en Colombia dijo que, “el 40 por ciento de la población consume alimentos dos veces al día o menos y casi el 50 por ciento de la población destina gran parte de sus gastos a la compra de alimentos teniendo en cuenta el fenómeno de la inflación”.

La reactivación y la solidez de la economía se consigue aumentando el flujo de capital circulante y la creación de empleo, por ende es necesaria una tributación redistributiva y diferencial acorde al capital neto, para incrementar el poder adquisitivo per cápita aumentando la demanda lo cual se traduce en reducción del desempleo y aumento de la capacidad de producción de las empresas.

Subsanar la crisis socioeconómica, dinamizar la economía y enfrentar su colapso requiere de cambios estructurales de la política económica y en la Regla Fiscal; el sistema actual no genera ni inclusión social ni sostenibilidad, mucho menos crecimiento y productividad; se requiere un modelo que fomente el desarrollo integral de la producción nacional y aumente el poder adquisitivo per cápita.

El principal reto del Gobierno es generar una política de empleo formal que disminuya el desempleo y reduzca el subempleo, por lo tanto, la reforma laboral que cursa en el congreso, debe centrar sus esfuerzo en la formalización del empleo, la generación de nuevas plazas laborales formales y con prestaciones de ley; en otras palabras, salir de la crisis económica demanda generar empleo bien remunerado y elevar el poder adquisitivo.

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