‘EL AMOR CON HAMBRE NO DURA’
Damaris Izaguirre
El hambre fue uno de los impulsores del Estallido Social de 2021, protesta que capitalizó Petro al proponer durante su campaña mitigar el hambre casi hasta la extinción; ocho meses después los logros en esta materia son pocos, similares a los que muestra el Cambio que prometió el Gobierno.
Gustavo Petro durante la campaña presidencial tenía fijado el objetivo de ganar ‘como fuera’, porque perder implicaba renunciar definitivamente a su aspiración presidencial, por esto aprovechó el caudal electoral que significó la derrota que, en las calles, el Estallido Social le propinó al régimen dominante; se dedicó a ‘prometer esta vida y la otra’, con propuestas como cambiar el modelo económico y la matriz energética, promover la igualdad de las mujeres, transformar las fuerzas de seguridad estatal, y reducir considerablemente el hambre y la desnutrición infantil.
Tras 8 meses del nuevo Gobierno, los hechos hablan por si solos y parece que sus promesas no fueron más que humo que se disipa. Sus reformas no alcanzan a tocar el viejo modelo económico, el cambio energético se quedó en trinos y anuncios de la Ministra de Minas, que aún sigue enredada con el alto costo de la energía eléctrica, la igualdad de las mujeres va en repartir 50/50 los cargos burocráticos, y con la reestructuración de las Fuerzas Armadas pasaron al retiro a algunas “manzanas podridas”, junto al cambio de nombre y uniforme del Esmad.
La reducción del hambre es quizá la más efímera de las propuestas de Petro, actualmente enfrenta la inflación más alta de las dos últimas décadas, un estado de recesión, un empleo informal que llega al 60 por ciento de la población laboral activa, el campo sigue improductivo en términos de seguridad alimentaria; además, no han diseñado un plan estratégico que transforme las miserables condiciones socioeconómicas de la gran mayoría de la población, todo lo reducen a acciones asistencialistas como subir en 100 mil pesos los subsidios existentes.
Pareciera que tenemos un Gobierno autista o que vive en la fantasía de Twitter, ya que a través de trinos creen que solventaran las necesidades apremiantes de la gente y hablan de una solvencia económica que no existe, mientras en el mundo real tienen ‘el rancho en llamas y con el agua lejos’. Señor Presidente no olvide la frase sabia de las abuelas: ‘el amor con hambre no dura’.
El gobierno esta creando una bomba de tiempo que puede estallar más pronto de lo que se imagina. No hay nada más peligroso que la gente con hambre y sin nada que perder.
Damaris felicitaciones por tus artículos, son tan buenos que Semana que no los quiere lo reseña semanalmente. Este artículo es muy bueno y tienes toda la razón en que tenemos un gobierno autista y un presidente que vive el mundo desde la fantasía de twitter.
La pobreza es un mecanismo de manipulación y debilitamiento del ímpetu de lucha, por eso ningún gobierno elimina la pobreza, la necesitan para sostener sus privilegios y postergarse en el poder.
Todos sabíamos que Petro no traería los cambios que prometió, lo mismo paso cuando fue alcalde. Petro es el típico político que vive de la demagogia y el populismo, hace unos cambios cosméticos y con eso mantiene contenta a la gente.
Es imposible lograr cambios si gobiernas con los mismos politiqueros de siempre. Para cambiar se empieza por casa, limpiándola y sacando las ratas.