Chavela Villamil

Pese a los constantes anuncios del Ministerio de Hacienda donde asegura que la inflación está empezando a ceder, cada día los precios de los productos básicos siguen aumentando sin freno, llegando a un punto de colapso el Costo de Vida de las capas sociales medias y bajas.

Después de la crisis de 2008 la economía global venía con una aceleración moderada pero constante, creciendo en un promedio anual de 4 por ciento; la aparición del Covid-19 reversó ese indicador llevándolo a menos 3 por ciento, generando un efecto rebote que lo llevó a los bajos niveles actuales de 3,5 por ciento y con el estimado que en 2024 el Producto Interno Bruto (PIB) decrecerá a 2 por ciento.

Recientemente el Banco Mundial (BM) informó que los indicadores como el crecimiento de la inversión y de la fuerza laboral a nivel global, están registrando sus peores niveles en décadas; el ritmo de crecimiento de la inversión entre 2022 y 2024 será de la mitad del registrado en las últimas dos décadas. El BM espera que entre 2022 y 2030 el crecimiento promedio del PIB global disminuya aproximadamente un tercio de la tasa que prevaleció en la primera década de este siglo, decreciendo a 2,2 por ciento anual [1].

Inflación desbordada y sin techo

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) durante febrero la inflación mensual fue de 1,66 por ciento y la interanual de 13,28 por ciento, y estima que en marzo este indicador cerrará alrededor de 13,33 por ciento, con una marcada tendencia incremental durante el último año.

El alza anual de los precios de los alimentos fue especialmente elevada, con una media ponderada de 29,8 por ciento, desde luego este incremento arrasó en tan solo el primer mes del año con el incremento del salario mínimo, lo que ha generado un decaimiento del poder adquisitivo per cápita y ha conllevado una caída brutal de la demanda que desaceleró el mercado; teniendo en cuenta que el crecimiento de la economía el Banco Central la proyecta en un ínfimo 0,5 por ciento [2], nuestra economía este año atravesará una Recesión Técnica.

Por si fuera poco ante la desaforada inflación el Banco Central continua incrementando las Tasas de Interés (TI), desde septiembre de 2021 cuando la TI era de 1,75 por ciento y tras doce ajustes incrementales este indicador hoy llega a 13 por ciento. Lo que ha resultado una medida inocua en términos de controlar la inflación, por el contrario por efecto rebote y ante la alta tasa adquisitiva de productos básicos a través de créditos de consumo, se ha convertido en un factor determinante que ha contribuido a la ola inflacional. 

El plan, el desarrollo y el incremento del déficit fiscal

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) que plantea cinco grandes transformaciones en términos de disminución del déficit de Gasto Social, 1.155 billones de pesos, de los que 12 por ciento se destinan a la convergencia regional, 10 por ciento a la transformación productiva y acción climática, 64 por ciento a la seguridad humana y justicia social, 4 por ciento a la alimentación básica, y 2,5 para el ordenamiento del territorio alrededor del agua. Resultan ser insuficientes para mitigar el impacto del hambre y la desigualdad crecientes, toda vez que se centra en el asistencialismo, pero no desarrolla una política integral encaminada a la generación de empleo digno y bien remunerando, no invierte en el desarrollo de los canales productivos industriales y agroindustriales del país, ni mucho menos modifica la política económica y comercial, que basa nuestra economía en Tratados de Libre Comercio (TLC), que hacen inviable la producción nacional y dependientes de la importación de materias primas y productos terminados.

El PND deja intacta la desvirtuada política del Goteo (Trickle Down Effect, TDE, por sus siglas en inglés), donde “la productividad y el desarrollo” se sustentan en el favorecimiento fiscal y tributario de las grandes empresas. Está más que demostrado que los países que han implementado el TDE no han logrado mitigar la brecha de desigualdad, por el contrario esta se ha incrementado, conforme el capital privado aumenta, decrece el sector productivo laboral asalariado y prolifera la informalización del empleo.

Modificar el patrón del Gasto Corriente

El PND es inocuo en términos de desarrollo y mitigación de la desigualdad mientras los ingresos se destinen mayoritariamente al Gasto Corriente (burocracia, Guerra, pago de intereses de la Deuda Externa); por ende, el Gobierno está en mora de decretar un periodo de austeridad estatal que suprima gastos onerosos e innecesarios. Además, a la vez que disminuya los pasivos estatales, debe fortalecer integralmente la producción nacional, dinamizar el empleo formal e incrementar ostensiblemente el poder adquisitivo per cápita.

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[1] ¿Vamos hacia una década perdida en economía? Bloomberg, 27-03-2023.

[2] La economía colombiana cerraría el año con el pie en el freno. Valora Analitik, 28-03-2023.

Un comentario

  1. Debería salir un candidato del pueblo, alguien que sepa que es ir a hacer mercado, alguien del común, no una persona que tiene dinero guardado en dientes cuentas del mundo.
    La inflación se puede reducir porque en lugar de subir los precios no se busca mantener el precio estable de todos los productos incluso reducir el precio a los insumos agrícolas al combustible etc., por lógica si sube la gasolina sube todo es lo más natural, eso hace que la inflación suba, regular los precios como debe ser no que los negocios especulen bajo el cuento que todo subió, esa fue la herencia de la primera línea de pagar una cubeta de huevos a siete u ocho mil pesos se pasó a pagar a 19 y 20 mil pesos, y así todo.
    El desempleo también se puede combatir lo que pasa es que no han querido, se la pasan es alcahueteando a muérganos flojos para que no trabajen con esos famosos subsidios, lo que debe de hacer es hacer un compromiso y control lógicamente con todos los negocios del país así como empresarios, y que el estado en ligar de estar dando subsidios a un poco de muérganos, apoye a esas empresas con un descuento de impuestos o subsidiando ayuda a las mismas, es un trabajo que se requiere de simplemente querer y tener bajo ese control personas correctas para que piensen en un benéfico común para todos. La pobreza no se acaba, pero si se puede mitigar todos sabemos que el capitalismo es necesario y que es mejor que la plata esté en poder de muchos y no solo en poder del estado, si roban así como será con el control de toda, usemos la cabeza correctamente y verá que el país gana y así ganamos todos, al pueblo le falta es acabar con esa mentalidad de mendigo se acostumbraron a que todo se lo den gratis y ahora nadie quiere trabajar los hombres solo quieren trabajar y ganar sueldos de millones en adelante y las mujeres solo quieren tener hijos para cobrar subsidios, no todas pero sí la mayoría. El pensamiento del pueblo popular es que no tengo y que todo me lo tienen que¿dar, también debemos aportar por nuestro país? Lo que se debe es de acabar la delincuencia en todo sentido en las grandes elites como en las bajas, que quien cometa su delito lo pague no en la casa sino en presión, ese cuento que es delincuente por falta de oportunidades es mentira, la persona elige ser delincuente porque es un negocio lucrativo y aparte se reciben beneficios del estado, entonces quien no quiere ser bandido¡al pueblo se le debe es ayudar no regalar todo se le debe enseñar a valorar las cosas, se le debe orientar, y no que se venda por un bulto de cemento, un ladrillo, una teja, un almuerzo o cincuenta mil pesos, y después estén como están ahora, se dejaron convencer y ahora solo viven de ilusiones!

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