GOLPES DE ESTADO TÉCNICO EN AMÉRICA LATINA

Ramona Agudelo del FTI-MH

El imperialismo norteamericano apoyado en élites locales ha generado nuevas formas de dar Golpes de Estado a Gobiernos que van en contra vía de sus intereses. Golpes de Estado Técnico los han llamado y los dan utilizando los propios poderes del Estado.

Golpes de Estado Técnico ha llamado el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al nuevo modelo para dar Golpes de Estado en América Latina, que descalifica e inhabilita por los medios judiciales o legislativos a líderes que defienden intereses populares; AMLO ha rechazado con toda energía esta modalidad de desconocer la voluntad de los pueblos, refiriéndose en concreto al Golpe de Estado que la derecha dio al Presidente Pedro Castillo en el Perú el pasado 7 de diciembre.

En lo corrido del siglo XXI han sido varios intentos, algunos fallidos y otros han logrado su objetivo, donde las burguesías auspiciadas por el imperio norteamericano lanzan campañas para derrocar a los Gobiernos legítimos, que han llegado al poder por la expresión popular; Golpes usados también para negar la opción de ser presidentes a aquellos candidatos que tienen la simpatía mayoritaria del pueblo.

Con los Golpes de Estado Técnico las clases dominantes y el imperialismo buscan legitimarse con los instrumentos legales-normativos de cada país, conjugando todos los aparatos ideológicos del Estado, poder ejecutivo, legislativo, militar y comunicacional; aunque más sofisticados que en el pasado, la conjugación del poder ejecutivo o legislativo tiene mayor realce que el poder militar, así el golpe aparentemente es un acto legal, legitiman su acción ante los pueblos o la comunidad internacional.

Los nuevos Golpes de este siglo

En lo que va del siglo XXI, llevaron a cabo con éxito Golpes de Estado en:

Otros intentos de Golpes quedaron a mitad de camino gracias a la reacción de los pueblos: en 2002 en Venezuela, en 2008 en Bolivia y en 2010 Ecuador. A lo que se agrega la judicialización política y/o parlamentaria a los siguientes líderes: Pedro Castillo, Rafael Correa, Dilma Rousseff, Inacio Lula da Silva y Cristina Fernández de Kirchner.

En América Latina ha sido de gran ayuda para las clases dominantes la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA), para alcanzar su objetivo de dar un Golpe judicial o parlamentario, en los que su Secretario General Almagro ha prestado su servicio, confirmando que es el instrumento utilizado por el imperio norteamericano para injerir en los conflictos internos de los Estados, es a través de la OEA que propicia los Golpes o inhabilita a los líderes que se le oponen.

Una técnica refinada

En estos Golpes de Estado Técnico las Fuerzas Militares han estado presente antes, durante y después de cada Golpe de Estado, su accionar se mantiene de bajo perfil para realzar la parte judicial y/o legislativa, pero a la hora de actuar no dejan de masacrar al pueblo, como lo hicieron en Bolivia y lo están haciendo actualmente en Perú.

No se puede omitir la participación de las empresas de comunicación en los Golpes de Estado, estos medios al servicio de las burguesías según el caso, son los voceros oficiales y en medio del Golpe Técnico transmiten solo lo que se les permite y ordena; en cambio, los medios alternativos son silenciados con amenazas directas a los periodistas, y si la intimidación no es suficiente, utilizan la violencia para cerrar sus canales.

De manera descarada altas instancias del Gobierno de Estados Unidos han aceptado que defienden a sangre y fuego sus intereses en Latinoamérica y el Caribe, por lo que rechazan los avances y la cooperación entre países hermanos, razón por la cual tratan de desestabilizar este nuevo ciclo de Gobiernos progresistas; por tanto, la única garantía para consolidar las decisiones soberanas de los pueblos, es la organización y la construcción de cambios profundos en las formas de hacer política, derrotar a las élites dominantes e impedirles la generación de escenarios desestabilizadores, e ir construyendo un poder real desde el pueblo.

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