HAMÁS LA RESISTENCIA PERMANENTE
La Lucha Insurgente del pueblo Palestino tiene profundos orígenes históricos-religiosos cuya resistencia al colonialismo sionista ha significado un conflicto alentado por la extinta sociedad de naciones, antecedente de las Naciones Unidas, luego de producirse la primera y segunda guerra mundial.
En 1948, luego de haber cesado el mandato británico sobre palestina, el pueblo palestino protagonizo innumerables rebeliones contra las colonias judías alentadas por el sionismo israelita, que no han podido detener la masacre que no ha distinguido, edad, sexo y que ha sido considerada como una crisis humanitaria que lleva más de 70 años.
En 1987 se produce la primera intifada que dio origen al proyecto político insurgente de Resistencia Islámico Hamás, que tiene como epicentro el territorio de Cisjordania y la franja de Gaza.
La configuración de Hamás como proyecto político posee características que permiten describirlo como un movimiento insurgente arraigado en las masas al considerarse por su fortaleza organizativa y con tres fuertes que se definen por su capacidad operativa y resistencia contra el poderío israelí y sus aliados de occidente.
Los tres factores han permitido que Hamás se consolide y mantenga su capacidad operativa son, en primer lugar, la capacidad para la consecución de los recursos materiales para sostener su estructura y garantizar el suministro de armas y explosivos, así como darle funcionamiento a los planes de bienestar de la población, en segundo lugar el enorme recurso humano con que cuenta el movimiento insurgente de liberación nacional y que permite gestionar para la organización, fabricar explosivos, entrenar a nuevos miembros, falsificar documentos, edición y difusión de propaganda, recaudación y gestión de fondos económicos, entre otros.
Además, las organizaciones hermanas y aliadas, presentan un conjunto de militantes que los apoyan y legitiman sus acciones, sin pertenecer a la organización. Y tres, la forma de funcionamiento como organización en su estructura en el desarrollo del mando y control, cuyo factor permite hacer prevalecer los objetivos colectivos frente a los individuales, la gestión y administración de su infraestructura, el manejo de las mismas, la presencia de un líder, así como la importancia de ganar el control del territorio.
Los halcones, voceros del enemigo histórico sionista, se han encargado de posicionar un discurso para reducir el conflicto a la lucha contra el terrorismo, las pugnas inter musulmanes, sin tener en cuenta en profundo arraigo de su pueblo en defensa del territorio, cultura e identidad.
La lucha de Hamás sigue ocupando espacios importantes de resistencia y avance, desde la primera intifada en 1987 hasta la victoria de las elecciones parlamentarias en 2006, el sionismo israelita cavará su tumba si insiste como el resto de occidente en colonizar y dominar y explotar al mundo por encima del espíritu libertario del pueblo palestino.
¡Free Palestine! (Palestina Libre)