EL 30% DE LOS COLOMBIANOS COMEN SOLO 2 VECES AL DÍA
Claudia Julieta Parra
La actual crisis socioeconómica y la falta de políticas económicas que mitiguen la desigualdad y la miseria, ha diezmado la calidad de vida de las capas sociales medias y bajas e incrementado los cordones de miseria en las ciudades.
Recientemente el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en inglés), afirmo que 15,5 millones de colombianos -cerca del 31 por ciento de la población- se encuentran en condiciones de inseguridad alimentaria -moderada y severa-. El Director de la WFP en Colombia dijo que, “el 40 por ciento de la población consume alimentos dos veces al día o menos y casi el 50 por ciento de la población destina gran parte de sus gastos a la compra de alimentos teniendo en cuenta el fenómeno de la inflación”.
El Banco de Alimentos afirma que, «la mayoría del territorio colombiano está en riesgo de que su población menor de cinco años padezca los estragos de la desnutrición crónica, ya que el 40,62 por ciento de los departamentos del país reúne las condiciones que hacen posible esta enfermedad«. El déficit de seguridad alimentaria tiene consecuencias más allá de la desnutrición crónica, genera atrasos en el coeficiente intelectual, según estudios un niño con desnutrición crónica en la edad adulta tiene 14 puntos menos de coeficiente intelectual, y un retraso educativo de cinco años.
Uno de los principales retos del Gobierno es disminuir la inflación a índices prepandémicos y bajar las cifras de pobreza monetaria que oscilan en 39 por ciento, en este sentido el Plan Nacional de Desarrollo (2022 – 2026) que cursa en el Congreso, contempla subsanar el déficit de alimentación con una inversión de 46,1 billones de Pesos, que se desarrollaran en diversos programas asistenciales; aunque estas medidas mitigan parcialmente el déficit alimentario, no son suficientes, ya que la solución de fondo es el fortalecimiento del poder adquisitivo per cápita.
Subsanar la pobreza histórica en que ha estado sumida nuestra sociedad implica una política financiera que recorte el Gasto Corriente (burocracia, Guerra, pago de Deuda Externa) y disminuya los gastos suntuarios, además se requieren cambios estructurales del modelo económico y una política integral que fortalezca el sistema productivo y desarrolle la producción alimentaria nacional.