POR QUÉ MUEREN LOS PRESOS EN COLOMBIA

Redacción desde las cárceles

El Inpec respecto a la atención en salud para la Población Privada de la Libertad (PPL), el 20 de febrero dijo: “Garantizamos cobertura”, pero los privados de libertad seguimos muriendo al interior de las cárceles, por los excesivos trámites burocráticos que imposibilitan prestar la atención médica oportuna y eficiente.

Las muertes que se pueden evitar agravan aún más la situación que vivimos los privados de libertad. Muertes que no se evitan ni haciendo uso del Derecho Fundamental de Petición consagrado en el Artículo 23 de la Constitución Política y en la Ley 1755 de 2015; ni haciendo uso de las Tutelas consagradas en el Artículo 86 de la Constitución Política; ni agotando el Escrito de Desacato, de acuerdo al Artículo 52 del Decreto 2591 de 1991; recursos legales que amparan nuestros derechos; y ni usándolos todos, logramos detener estas injustas muertes.

Uno más de centenares de muertes

Señalamos como ejemplo el caso muy reciente de Jorge García Rangel recluido en la cárcel La Picota de Bogotá, adulto mayor que venía padeciendo de problemas cardíacos, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en dos oportunidades, debía ser llevado a controles médicos especializados y por la negligencia e ineptitud del Inpec, murió esperando que lo llevaran a dichos controles.

Este drama lo vivimos miles de personas que nos encontramos prisioneros y secuestrados en las cárceles de Colombia. Esta tragedia torturante es el ‘pan de cada día’ que vivimos la población privada de libertad.

A esto le agregamos que si llegamos a recibir atención básica en las instalaciones de cualquiera de las cárceles; nos enfrentamos a la cruda realidad que no nos suministran lo medicamentos porque sencillamente no los hay; y si llegase a haber algún medicamento, no se consiguen todos los que son formulados por los médicos; entonces, ¿cómo nos vamos a curar las enfermedades que padecemos?, la mayoría de estas contraídas en prisión por la mala calidad de vida, a la cual somos sometidos en estos contenedores de seres humanos.

En los últimos 10 años han muerto 2.519 internos de las cárceles colombianas; estas son cifras reveladas por el mismo Inpec, lo que quiere decir que en promedio cada dos días muere un interno dentro de las cárceles. Esto es más que un Genocidio, porque ni en todas las Guerras donde se enfrentan dos fuerzas en franca batalla, se producen tan altísimo número de bajas.

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