SIN DERECHOS LOS PRISIONEROS POLÍTICOS

Diógenes Galvis desde la cárcel de Jamundí

El 11 de noviembre de 2022 en París, Francia, el Presidente de Colombia se reunió con Nicolás Maduro, allí declaró que como un gesto de paz, “debía haber una amnistía que cobije a todas las personas detenidas por razones políticas en Venezuela”.

El pasado 24 de enero en Buenos Aires, Argentina, durante la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el Presidente de Colombia dijo que “no debe haber un solo preso político en América Latina”.

Le queremos recordar al Presidente que en Colombia hay cientos de detenidos por razones políticas, en ejercicio del derecho a la rebelión y en ejercicio del pensamiento crítico; no debe olvidar que en Colombia tenemos cientos de montajes judiciales cuyo fundamento es la persecución política.

Durante décadas en nuestro país las clases dominantes han negado la existencia de los prisioneros políticos, para no admitir que en Colombia hay un Conflicto en el que miles de hombres y mujeres ejercen la rebelión legítimamente, como un derecho fundamental de los pueblos.

Derechos esenciales

Son derechos políticos el derecho al sufragio (el derecho a elegir, a ser postulado y a ser elegido); a ejercer acciones y funciones públicas, a participar en los referéndum y plebiscitos, a participar en la vida civil y política del Estado en condiciones de igualdad y sin discriminación; entre otros derechos  que en Colombia están claramente vedados para las mayorías por el régimen despótico imperante, por que debemos recordar el Artículo 35 de la Declaración de los Derechos Universales de los Pueblos de 1948, que dice:

«Cuando los Gobiernos violan los derechos de los pueblos; la rebelión es una necesidad de los pueblos y un deber de los mismos, a rebelarse en aras de buscar la superación de los Gobiernos tiranos.»

Pese a que liberarse de las tiranías es un legítimo derecho de los pueblos, persiste la fuerte condena al rebelde, persiguen al que piensa diferente al establecimiento y/o al que divulga, devela o denuncia las actuaciones tiranas y violatorias de los derechos contra los ciudadanos por parte del régimen dominante.

Invisibilizados

En Colombia la negación de la existencia de prisioneros políticos, ha impedido que haya una estadística real sobre cuántas personas hay actualmente en las cárceles por razones políticas, ya sea en ejercicio de la rebelión o de su pensamiento crítico; mucho menos hay estadísticas de los montajes judiciales, práctica muy común en el país, sobre todo por parte de los dos últimos Fiscales Generales Néstor Humberto Martínez y Francisco Barbosa.

Las personas que se encuentran en prisión al rebelarse ante Gobiernos tiranos, enfrentan cargos o procesos que disfrazan su causa con otros tipos de delitos punibles, para negar las causas que originan el descontento en la lucha de quienes son procesados o condenados; además, el Estado se encarga de ejercer una venganza y tortura que atenta contra su dignidad humana y nuevamente contra sus derechos.

Luchan por la dignidad y la libertad

Desde este 14 de febrero, en varias cárceles se adelantan jornadas de desobediencia y cerca de 400 presas y presos políticos y sociales han iniciado una huelga de hambre indefinida, huelga que se desarrolla en las cárceles de Palogordo en Santander, La Dorada en Caldas y Cojam en el Valle del Cauca, para que sean atendidas sus exigencias y el Ministerio público instale Mesas de interlocución para atender sus problemas; exigen también ser parte en la construcción y debate de la Reforma a la Justicia que adelanta el actual Gobierno.

Este acto de dignidad debe llamar la atención a todos los que tenemos sensibilidad humana y damos coherencia a la lógica de la lucha por un mundo mejor; por ello, se hace necesario hacer causa común en contra de la persecución a los que ejercen el derecho de pensar, actuar y opinar distinto al patrón ideológico de los Gobiernos tiranos.

Estamos de acuerdo con el Presidente de Colombia, en América Latina no debería existir ningún prisionero político. Esta declaración Gustavo Petro debe materializarla en nuestro país, para así abrir caminos que permitan la construcción de la paz como un patrimonio nacional; en tal sentido, proponemos que como paso necesario para iniciar con ese magno anhelo, debe ser concedida amnistía e indulto para todos los prisioneros políticos y poner en libertad a todas las personas, mujeres y hombres que se encuentren tras las rejas por motivos políticos ideológicos en contra de la tiranía.

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