EL TRABAJO BIEN REMUNERADO DINAMIZA EL MERCADO
Claudia Julieta Parra
El aumento de la tercerización laboral y el empleo informal (rebusque) están disminuyendo el índice de desempleo en los últimos meses, estas formas de cuasi empleo generan dinero circulante, pero gestan una economía volátil y sin solidez, susceptible a la inflación y con tendencia a la recesión.
De acuerdo al Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) el desempleo informal asciende a 58,2 por ciento, por cada 10 trabajadores 6 viven del rebusque y por ende no tienen un salario fijo y el ingreso per cápita mensual es inferior al salario mínimo y carece de prestaciones de ley; por otro lado, de cada 10 trabajadores formales 4 son de vinculación independiente (Orden de Prestación de Servicios -OPS-), 4 de vinculación tercerizada y solo 2 tienen vinculación directa. Estas condiciones laborales no incrementan el poder adquisitivo per cápita, lo que produce una caída en la demanda que decrece el mercado y desacelera la economía.
Las políticas laborales colombianas bajo el sofisma de incrementar las plazas laborales han facilitado la tal flexibilización laboral, lo que ha incrementado ostensiblemente la tercerización, el trabajo a destajo, las OPS, entre otros; las modificaciones que se han realizado al Código Sustantivo del Trabajo a lo largo de la historia están enfocadas a la precarización laboral, y a darle ventajas a las empresas eximiéndolas de responsabilidades contractuales y disminuyendo sus costos operativos, además han impactado directamente el sistema pensional al disminuir su caudal de aportantes.
El mercado se dinamiza por la relación entre oferta y demanda, pero sin poder adquisitivo la demanda decrece y la economía se desacelera; por tanto, en la mayoría de economías sólidas el empleo bien remunerado es el motor de los mercados, toda vez que el empleo da solidez a las economías familiares y otorga poder adquisitivo per cápita que inyecta masa monetaria, lo que se traduce en aumento de la demanda.
La reactivación y la solidez de la economía se consigue aumentando el flujo de capital circulante y la creación de nuevas plazas laborales, por ende, es inaplazable una reforma al Código Sustantivo del Trabajo que dignifique el empleo e incremente el poder adquisitivo; además es necesaria una tributación redistributiva y diferencial acorde al capital neto, todo esto se traduce en reducción del desempleo y fortalecimiento de la producción nacional.