PRECIO DE LA GASOLINA Y EL AUMENTO DE LA INFLACIÓN
Claudia Julieta Parra
Es sabido que ’si sube la gasolina todo sube de precio’, pues los canales de distribución están ligados al transporte de carga que depende de la gasolina, por ende, cualquier aumento del precio del combustible es cargado directamente al consumidor final e incrementa el Costo de Vida.
El déficit del Fondo de Estabilización de Combustibles el año anterior oscilaba en 33 billones de Pesos, esto llevó al actual Gobierno al desmonte gradual de los subsidios y en cantidades bajas para no generar una ola inflacional, que aumente desmesuradamente el Costo de vida. La carencia de un verdadero plan de austeridad del Gobierno, el incremento desmesurado del Gasto Corriente (burocracia, Guerra, pago de Deuda Externa) y de la Deuda de Externa, han llevado a que los aumentos a los combustibles sean altos.
El primero de febrero el valor del galón de la gasolina tuvo un nuevo aumento de 230 pesos, que sumado al incremento del mes anterior da un aumento neto de 630 pesos en lo corrido del año, lo cual es un golpe mortal a las finanzas de las capas sociales medias y bajas. Hay que tener en cuenta que los combustibles representan el 3,8 por ciento del Costo de Vida de una familia promedio, cabe agregar que actualmente la inflación asciende a 13,25 por ciento y el Costo de Vida está en 33,45 por ciento, valor que casi triplica el último incremento salarial y que deja en jaque la economía familiar.
Aproximadamente 30 por ciento del total del parque automotor de transporte terrestre de carga usa gasolina, como el combustible representa casi 40 por ciento del costo de los insumos de transporte, esto lleva a que el incremento del combustible impacte negativamente el Costo de Vida en 9,5 por ciento y genere un incremento adicional en la inflación interanual de 1,15 por ciento.
El Gobierno debe replantear el monto estipulado para el desmonte gradual de los subsidios a los combustibles, de lo contrario será imposible mitigar la inflación que es el principal detractor de nuestra economía y el principal factor de riesgo para caer en un periodo de estanflación. Por tanto, el Gobierno tiene el reto de paliar los efectos inflacionarios del desmonte de los subsidios a la gasolina y disminuir el Gasto Corriente, que en últimas es el que incrementa el Déficit Fiscal y el déficit del Margen de Endeudamiento de Corto Plazo.