EL COSTO DE VIDA ES UN RIESGO GLOBAL
Claudia Julieta Parra
La actual confrontación geoeconómica ha incrementado considerablemente la inflación global, lo que ha repercutido en una gran caída de la demanda global, que afecta con mayor fuerza a las economías dependientes de los mercados externos, lo que repercute en un alto incremento del Costo de Vida.
Recientemente el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) dio a conocer que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para diciembre fue de 1,26 por ciento, mientras que la cifra anual durante el año anterior fue de 13,12 por ciento, lo que constituye la inflación más alta registrada en el Siglo XXI. Estos incrementos están impulsados principalmente por el alza en los alimentos básicos con 37,81 por ciento, seguido por el sector de comidas y turismo con un 24,53 por ciento.
Según la Dirección de Investigaciones Económicas del Dane se estima que las presiones alcistas continuarán en el primer semestre de 2023, esto se debe a los sobrecostos típicos de comienzo de año, ligado al desmonte de subsidios estatales y un incremento de los precios de los bienes importados, causados por el elevado valor del dólar y la aceleración del aumento de los precios de la gasolina y los arrendamientos; todo esto subirá el precio de una cantidad importante de bienes y de servicios, lo que repercute en un mayor costo de los productos que genera aumentos desaforados del Costo de Vida.
Hasta ahora la única medida adoptada para combatir la inflación ha sido el incremento de la Tasa de Interés por parte del Banco Central, acción que no ha mitigado en lo más mínimo la inflación, por el contrario la ha incrementado, ya que ante la pérdida de poder adquisitivo per cápita se ha incrementado el volumen de gastos y compras de alimentos básicos a través de créditos de consumo, desde luego esto incrementa aún más el déficit de Costo de Vida.
Teniendo en cuenta que los trabajadores además de ser actores por contrato, son consumidores del mercado, la solución a la amenaza de estanflación por desplome de la demanda está en incrementar el poder adquisitivo de los trabajadores, lo que a su vez incrementa el capital líquido circulante induciendo automáticamente el incremento de la demanda, en otras palabras, la mitigación de la inflación se logra fortaleciendo integralmente el mercado interno y la oferta laboral formal.