EL TREN DE LAS ALZAS
Damaris Izaguirre
La cascada de alzas del comienzo de año ha crispado los ánimos; el aumento del salario mínimo ya fue diluido por el tren de las alzas en muchas cosas que triplican su valor y obliga a la gente a dejar de consumir productos esenciales.
El publicitado anuncio de un aumento del 16 por ciento en el Salario Mínimo hace rato fue eclipsado por los fuertes incrementos en los alimentos básicos, en los arriendos y en el transporte; la inflación del 13,12 por ciento por ciento y su incidencia en el aumento en el precio de productos básicos y servicios esenciales como el arriendo, las matrículas de las universidades, entre otros, han disparado el Costo de Vida de los colombianos tres veces por encima del incremento del salario mínimo.
Se ha vuelto costumbre que los colombianos de a pie digamos ‘la plata no alcanza para nada’, el arroz subió 54 por ciento, el pan 37 por ciento, los huevos 34 por ciento, la carne de res 20 por ciento, la carne de cerdo 14 por ciento, el pollo 16 por ciento, productos esenciales para el alimento de los colombianos.
Desde luego la inflación no es culpa del Gobierno de Petro, pero este no ha hecho mayor cosa para mitigar los impactos de la inflación, ni mucho menos ha desarrollado políticas socioeconómicas para la soberanía alimentaria, disminuir el hambre y la miseria; hasta ahora su política se queda en paliativos asistencialistas para aumentar algunos subsidios, pero que no tocan los problemas estructurales, como la desigualdad y la falta de empleo.
El Gobierno debería empezar a preocuparse por los cerca de 12 millones de colombianos que ganan menos de un salario mínimo y que viven del rebusque, es inadmisible que ‘saque pecho’ hablando de la disminución del desempleo, cuando saben muy bien que esta reducción se debe a que en el último mes el empleo informal se incrementó en 12 por ciento, ¿de qué cambio estamos hablando?
Mejorar la calidad de vida de todos los colombianos implica desarrollar un programa integral que cree nuevos empleos y le quite privilegios a la burguesía y a las multinacionales. Las transformaciones que la sociedad reclama mayoritariamente al parecer no vendrán por cuenta del Gobierno y no quedara más que luchar por las transformaciones sociales, así implique volver a revivir el Estallido Social.