EL 2022 TERMINA CASI COMO EMPEZÓ
David Cañas
Para mirar con atención los movimientos globales que se dieron en este año 2022 es necesario ir un poco atrás. Qué se desata de forma violenta en este año, qué contradicciones subalternas nos traen desde hace algunas décadas enrumbados en estos conflictos.
El mundo unipolar que se impuso a partir del desmerengamiento (Fidel dixit) de la grandiosa Unión Soviética, solo tuvo una vida tranquila de 25 años y ahora con la emergencia cada vez más real de las nuevas potencias globales China y Rusia, sobre todas, aparece en ciernes un nuevo orden con varios centros y polos, que se van configurando, dentro del propio Sistema mundo capitalista.
El imperialismo yanqui que impuso a sangre y fuego su orden neoliberal hegemónico, en este año encontró nuevos poderes globales que retan su condición y exigen de todas las formas que cambie un orden internacional desigual e injusto, diseñado para maximizar la ganancia del gran capital, cual aspiradora gigantesca con centro en los países occidentales, esencialmente en Estados Unidos.
Guerra librada en cuerpo ajeno
En febrero inicio Rusia una operación militar en territorio que era de Ucrania, que se ha convertido en un enfrentamiento entre Rusia y lo que se ha denominado Occidente Colectivo. Las repúblicas de Donesk y Lugansk, que eran provincias orientales de Ucrania, son el escenario de la guerra que Rusia desata con el fin de preservar la vida de la población, de estas dos flamantes repúblicas y desnazificar a Ucrania.
Una provocación estratégica que entre otras cosas ha llevado al brazo armado del Capital, la Otan, casi al borde de Rusia. Ucrania se convirtió en el proxy de una Guerra que tuvo su inicio en el golpe de Estado del 2014 que dispuso al nuevo Gobierno como aliado incondicional de la Otan y los gringos por ende.
Esta Guerra en Ucrania marcó la coyuntura mundial; las consecuencias que ha desatado producto de las medidas tomadas por Occidente contra Rusia, han creado una nueva condición global, en asuntos relevantes como la energía, las alianzas estratégicas, las migraciones, la dinámica económica y la ruptura de organismos centrales entre ellos la Unión Europea (UE).
Rusia ha venido mostrando su poderío militar que la pone en la primera línea en cuanto a desarrollo de armas estratégicas sin parangón en el mundo. China desató su diplomacia y su poderío económico y productivo, avanzando en diversidad de Alianzas y en búsquedas de nuevos socios, cuestión que tuvo su cierre de año con la visita del Presidente Xi Jinpin a Arabia Saudita y el conjunto de países árabes, donde está la mayor producción de petróleo y gas del mundo. Asia se convierte en el principal polo productivo y locomotora global.
Europa terminó exhausta el 2022, en pleno invierno y con déficit energético, su condición es el reflejo de su estado económico y político, producto de una impotente política internacional, vagón de la de Estados Unidos, condición que la obliga a respaldar las sanciones a Rusia, que se han venido en su contra produciendo una recesión peor agravada por su dependencia total de la importación de portadores energéticos, asunto que ha llevado, sobre todo a Alemania, a incluso trasladar parque industrial a otras regiones.
Llegó la recesión global
La economía mundial está en recesión y su desaceleración se pronuncia después de la Pandemia de la Covid-19; hay un proceso inflacionario inédito que cubre la totalidad del globo, con pocas excepciones, llegando a casi 9 por ciento, incidiendo en la seguridad alimentaria y llevando el hambre a centenares de millones de seres humanos sobre todo en África. El capitalismo funciona sin tener en cuenta la crisis climática y la necesidad de otro tipo de desarrollo y los pueblos pagamos su metabolismo y su depredación.
La profundización de la deuda pública externa y la financiarización de la economía, son dos elementos que aumentan la crisis social y humana de nuestros pueblos, al no tener los recursos los gobiernos para la inversión en las necesidades básicas.
En la disputa política el mundo presenta un empuje a la derecha, sociedades como las europeas, la India, Indonesia, buena parte de los regímenes árabes y asiáticos, son gobernados por partidos o por coaliciones de este bando.
América empieza a consolidarse
La excepción es nuestra región de América Latina y el Caribe, donde en este año hubo un ascenso de las luchas y de los triunfos de sectores progresistas y de izquierda. Honduras, Chile, Colombia y Brasil, se suman a México, Argentina, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Venezuela, creando una nueva condición que puede permitir avanzar en integración y fortalecimiento de la unidad, en un mundo donde la hegemonía imperialista está en detrimento y tenemos una correlación de fuerzas mundial que nos favorece.
Necesitamos fortalecer la Celac y ganar en la construcción de un bloque que pueda negociar en el conjunto mundial con fuerza, en defensa de la soberanía, la autodeterminación, los precios justos de los recursos y la defensa del medio ambiente, en lugares tan sensibles como la Amazonia y el Acuífero Guaraní.
Estados Unidos en la región ha mantenido una política de doble carril, pues aunque ha permitido esta nueva situación, al mismo tiempo mantiene y agrava sus medidas ilegales coercitivas de bloqueo y agresión contra Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Los pueblos de Nuestramérica avanzamos en la disputa por unas sociedades más justas. Los movimientos sociales y de izquierda jugamos un papel esencial en las definiciones y la tarea es continuar luchando para profundizar la independencia nacional, la democracia y la justicia social.
Alternativas al momento crítico global
El mundo vive un momento crítico, donde aparece la posibilidad cierta de un conflicto nuclear que llevaría a consecuencias catastróficas a la humanidad y a la vida en el planeta. La lucha por que los conflictos se puedan resolver de manera pacífica es global. La guerra de Ucrania tiene que ser resuelta así.
Cerramos un año difícil que deja todo abierto, en disputa. Así inició.