DECRECE LA ECONOMÍA Y SE ACERCA LA RECESIÓN

DECRECE LA ECONOMÍA Y SE ACERCA LA RECESIÓN

Chavela Villamil

El desborde incontrolable de la inflación global está desmoronando la estabilidad de los mercados, en especial los de países en desarrollo que al ser dependientes de la globalización neoliberal, reciben un mayor impacto con repercusión directa en el Costo de Vida.

Los actuales fenómenos macroeconómicos han disparado la inflación global sin que pueda ser controlada por los Bancos Centrales, ocasionando una brutal caída de la demanda que desacelera los mercados, lo cual estanca las economías y nos acerca a una casi inevitable recesión que podría evolucionar y transformarse en un periodo de estanflación.

Se prevé que este año la economía global se expanda 3,2 por ciento y en 2023 decrezca y se ubique en 2,7 por ciento, en América Latina y el Caribe se estima que este año la economía crezca 3,5 por ciento y en 2023 decrezca hasta 3,1 por ciento; en el caso colombiano este año el crecimiento será de 5,1 por ciento, sin embargo, este crecimiento es pasajero si se tiene en cuenta que para 2023 la economía se contraerá y descenderá hasta 2,3 por ciento.

Según el FMI las tres principales economías  -Estados Unidos (EEUU), China y Europa- se están desacelerando, en gran medida por el efecto de la inflación persistente que está afectando a las economías desarrolladas y más aún a los países dependientes de economías exógenas; el Director del Departamento de Estudio del FMI afirma que, “los choques que han recibido las economías por la pandemia solo se han curado parcialmente, nos acercamos al ajuste monetario y lo peor está por llegar, para muchos 2023 será un periodo de recesión” [1].

Según el Índice de Seguimiento de la Economía (ISE)  de la Dian, en octubre de este año nuestra economía creció 4,62 por ciento aunque persiste la desaceleración presente en los últimos meses, para este año se proyecta que la economía crezca alrededor del 8 por ciento pero para 2023 los pronósticos oscilan entre 0,3 y 1,5 por ciento [2]. La desaceleración económica comenzó a evidenciarse desde mayo de este año, acentuándose en los meses de septiembre y octubre; desde luego esto obedece a la acelerada inflación que crea una caída abrupta de la  demanda y por ende la desaceleración de los mercados.

Sin empleo no hay crecimiento sostenido

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en octubre el desempleo fue de 9,7 por ciento y el trabajo informal osciló en 56,8 por ciento; por su parte en noviembre la inflación llegó a 12,53 por ciento, lo que se debe en primer lugar, al gran volumen de importación de materias primas, productos básicos y suntuarios que traslada los efectos inflacionarios globales a nuestra economía, en segundo lugar, a la devaluación del Peso incrementando el valor de los productos no solo los importados, cabe agregar que aunque los productos sean de fabricación nacional -pan, frutas, ropa, entre otros- en su manufactura se requieren materias primas importadas.

En la mayoría de las economías el empleo bien remunerado es el motor de los mercados, toda vez que el empleo da solidez a las economías familiares y otorga poder adquisitivo per cápita que inyecta masa monetaria y dinamiza las economías, en otras palabras, los salarios permiten adquirir productos y esto hace que las empresas produzcan más y por ende requieran más empleados, generando la dinamización de la economía.

Cambiar el modelo colombiano

Todo impacto macroeconómico afecta las economías nacionales, sin embargo, estos impactos se minimizan cuando se ha fortalecido la industria local y la producción nacional es sólida; para alcanzar una economía sólida el país debe disminuir considerablemente su dependencia de la economía exógena, renegociar la Deuda Externa y los Tratados de Libre Comercio (TLC), además se debe equilibrar la balanza comercial, para lo cual es perentorio suplir mayoritariamente las necesidades alimenticias básicas con producción nacional.

La reactivación y la solidez de la economía se consigue aumentando el flujo de capital circulante y la creación de nuevas plazas laborales, además es necesaria una tributación redistributiva y diferencial acorde al capital neto, esto dinamiza el poder adquisitivo per cápita aumentando la demanda lo cual se traduce en reducción del desempleo y aumento de la capacidad de producción de las empresas.

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[1] FMI recorta proyecciones y dice que «lo peor está por venir y llegará como recesión». Valora Analitik, 11-12-2022.

[2] Colombia: la economía comienza a aflojar el ritmo. Forbes, 20-12-2022.

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