LOGROS, SACUDONES Y TRANSICIONES EN EL MOVIMIENTO POPULAR

Raúl Contreras

El triunfo del Pacto Histórico en las elecciones presidenciales de este año, estuvo antecedido por el Estallido Social que sacudió el país, momento que marcó nuevos desarrollos en la tendencia ascendente que desde el 2008 traen las luchas sociales en Colombia.

En las nuevas realidades del país, con el fortalecimiento de la expectativa hacia los cambios y con un Gobierno progresista, el movimiento popular y  sus distintas tendencias buscan ahora sus propios espacios y delinean sus líneas propias y conjuntas de actuación; son momentos de sacudones, reenfoques y transiciones.

Luchas destacadas

Las recuperaciones de tierra se expandieron en los meses anteriores, impulsadas por las expectativas generadas al instalarse el nuevo Gobierno, desatándose aspiraciones represadas desde tiempo atrás para el campesinado pobre y para los sin tierra, frente a la histórica, estructural e inequitativa distribución de la tierra en Colombia, donde los grandes terratenientes que representan menos del 5 por ciento de los propietarios y acaparan más del 90 por ciento de las tierras, mientras que el resto de la población campesina, indígena y afro que conforman la gran mayoría de la población rural, sólo accede  a menos del 10 por ciento restante.

Los bloqueos de vías estuvieron presentes también este año que termina, como forma de presión en torno a represados y distintos reclamos de las poblaciones, incluyendo el estado de las vías, la exigencia de ayudas por los estragos del invierno, junto a otras muchas peticiones. 

Ha sido también relevante la reciente Convención Campesina, convocada conjuntamente por el Gobierno y las organizaciones campesinas, congregando en un sólo espacio a las distintas tendencias y  la  mayoría de las organizaciones que inciden en el campesinado pobre y medio del país.

Destacable igualmente en este caso es el haberse establecido un mecanismo de interlocución con el Gobierno en función de los temas agrarios, el problema de la tierra y las reivindicaciones de los distintos sectores del campo colombiano, así mismo el generar hacia los próximos meses un proceso en el que el Gobierno habrá de poner en marcha distintas medidas que actúen, así sea de manera parcial frente a distintas y viejas reclamaciones campesinas.

La juventud a la vanguardia

Importante para el movimiento popular es el anuncio reciente de este Gobierno sobre la excarcelación de parte de los muchachos de las Primeras Líneas, victimizados y satanizados en el gobierno de Duque, en complicidad con la Fiscalía y parte de la Rama Judicial.

Estos jóvenes han sido injustamente encarcelados desde 2021, antes, durante y después del estallido social, bajo acusaciones falsas, estigmatizantes  y desmedidas, como las de “secuestro agravado, terrorismo,  homicidios” y otros supuestos graves delitos, condenados sin formula juicio ante la opinión, contando con la manipulación y complicidad de las grandes empresas de comunicación.

Ante este anuncio la mayoría de la clase dominante y especialmente el uribismo, han puesto el grito en el cielo, pues no les perdonan a estos jóvenes de las barriadas su rebeldía, ni su vinculación activa a las luchas sociales, tampoco  el haber hecho uso de su derecho a la protesta y a la movilización, ni el portar escudos artesanales para defender la gente en las movilizaciones y defenderse a sí mismos o el recurrir a la piedra cuando son brutalmente agredidos por la policía militarizada del Esmad y el resto de las Fuerzas Armadas estatales, no olvidan que se hubiesen instalado durante semanas en los llamados Puntos de Resistencia en varias ciudades del país, propiciando nuevos desarrollos en la movilización popular y la lucha de calle.

No es de extrañar la reacción ante estas liberaciones de parte de la élite dominante, a los que se sumó el pronunciamiento de rechazo de exmandatarios de la ultraderecha de distintos  países, en los que figuran Aznar de España, Duque y Pastrana de Colombia, Macri de Argentina, Fox de México y otros más de la misma calaña.  

Lo que sigue

Ahora en las nuevas realidades del país y de la lucha por las reivindicaciones y los cambios, hay distintas tareas: apoyar y fortalecer los propósitos de cambio del presente Gobierno, exigir que cumpla con las promesas electorales y las reivindicaciones que han sido negadas y reprimidas por los Gobiernos anteriores, presionar hacia los cambios que reclaman las mayorías y la nación,  mantener la presencia en las calles y activada la presión y la lucha social, al igual que avanzar en el fortalecimiento de las organizaciones sociales y populares, la conciencia sobre los cambios y los esfuerzos hacia la unidad popular frente a los enemigos principales, la oligarquía y el imperialismo. 

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