UN SALARIO CADA VEZ MÁS MÍNIMO
Claudia Julieta Parra
En medio de un contexto económico desfavorable y la crisis inflacionaria más grande de las últimas dos décadas, avanzan las discusiones en torno al Salario Mínimo que de acuerdo al incremento real esperado no alcanzará a cubrir el actual costo de vida.
Colombia al no tener un mercado y una industria interna fuerte y sólida es dependiente de otras economías convirtiéndose en una economía volátil, donde los fenómenos macroeconómicos globales constantemente incrementan el costo de vida y por ende los aumentos salariales son deficitarios y fomentan la insolvencia.
El aumento de 10,07 por ciento del salario mínimo definido para este año ha sido uno de los más altos, sin embargo, fue un incremento inocuo ya que antes del primer trimestre ya había sido absorbido por la inflación y depreciado considerablemente el poder adquisitivo per cápita.
En medio de una inflación desbordada que en noviembre llegó a 12,53 por ciento avanza la Mesa de Conciliación del Salario Mínimo, en donde el aumento nominal salarial para el próximo año oscila entre el 15 y el 18 por ciento, lo que daría un aumento real que oscilaría entre 2,47 y 5,47 por ciento; desde luego, los gremios y otros sectores han propagado el mito de que “un incremento alto en el Salario Mínimo genera mayor inflación”.
El principal problema del salario colombiano es que su incremento está determinado por la inflación y no por la productividad, en otras palabras, de nada sirve incrementar la producción ya que las utilidades son monopolizadas por los empresarios y no benefician a los empleados, a quienes el incremento salarial no les permite solventar el aumento anual del valor de los productos.
Se debe tener en cuenta que los trabajadores no solo son actores por un contrato sino también son consumidores del mercado, por tanto, incrementar el poder adquisitivo de los trabajadores incrementa el capital líquido circulante lo que induce automáticamente el incremento de la demanda, en otras palabras, un empleado que gana más consume más y a mayor consumo mayor productividad de las empresas.
Un incremento salarial que permita sobrevenir la ola inflacionaria que encarece el costo de vida, en el corto plazo disminuye las utilidades de los empresarios pero dinamiza el flujo de capital líquido, lo que en el mediano plazo permite reactivar la economía ya que aumenta la demanda y esto dinamiza la economía nacional evitando su desaceleración y posterior recesión.