DDHH: DERECHOS DE PAPEL

DDHH: DERECHOS DE PAPEL

Damaris Izaguirre

El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de la ONU adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DDHH), a través de cual se pretendía cerrar el ciclo trágico de la Segunda Guerra Mundial y reconocer derechos fundamentales como la vida y la igualdad, entre otros.

Es muy común que la ciudadanía colombiana ligue automáticamente los Derechos Humanos a la persecución y asesinato de los que son víctimas los líderes sociales, ambientalistas, políticos de izquierda, entre otros; no se puede negar que en esta materia el saldo es trágico y escalofriante, no se puede olvidar el Genocidio de la Unión Patriótica y desde luego el exterminio en curso, que desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016 ha cobrado la vida de más de 1.400 líderes sociales y 300 excombatientes.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos es categórica al afirmar que “la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”, bajo este precepto y el actual contexto de la sociedad es válido preguntar, ¿son los DDHH letra muerta circunscrita en una Declaración inocua?

El capitalismo voraz que se ha implantado en casi todo el planeta y que desde luego se siente con rigor en nuestro país, ha concentrado la riqueza en unos pocos, acrecentado la desigualdad, el hambre y la pobreza, lo cual es sí misma es una violación flagrante y sistemática a los DDHH.

La desigualdad y la pobreza son problemas estructurales que durante décadas han sumido a millones en la miseria sin que ninguno de los Gobiernos de turno haga algo para mitigarlas; según el Banco Mundial, Colombia es el segundo país más desigual de América Latina, alrededor de 19,6 millones de colombianos viven con un ingreso mensual de 350.000 Pesos y 7,4 millones en pobreza extrema viven con 161.000 Pesos al mes.

Sí de verdad se quiere desarrollar la Declaración de DDHH y lograr los cambios planteados por el nuevo Gobierno, Petro y su Bancada están obligados a gestar mecanismos que vayan más allá del asistencialismo -subsidios- y que mitiguen el hambre, en otras palabras recomponer los DDHH implica alternativas que fomenten el empleo digno y mejor la calidad de vida de los colombianos.

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