SUBE LA DEUDA EXTERNA POR CULPA DEL DÓLAR
Por: Chavela Villamil
La ola inflacionaria global no solo ha resentido las economías internas sino que además ha disparado la tasa representativa del Dólar, hecho que impacta las economías dependientes que por cuenta de la devaluación de sus divisas deben afrontar súbitos incrementos en la Deuda Pública.
Durante las últimas décadas la economía mundial ha venido desacelerándose silenciosamente, esto ha conllevado a que los países sin importar si son desarrollados o en desarrollo se vean obligados a aumentar el Déficit en Cuenta Corriente o Deuda Externa (DE); los recientes fenómenos macroeconómicos que han disparado la inflación y suscitado la alarma de recesión económica, afectando ostensiblemente la Tasa Representativa del Mercado (TRM), generando incrementos históricos en la DE global, que afectan con mayor fuerza economías dependientes como la nuestra.
Dólar por las nubes y Deuda Externa sin techo
El creciente incremento de la TRM ha llevado el Dólar a máximos históricos en lo corrido de este año, lo que ha generado aumentos considerables en el monto de la DE, en enero fue de 171.676 millones de Dólares con una TRM de 3.981,16 Pesos, es decir que el valor en Pesos ascendía a 683,46 billones.
El más reciente informe del Banco de la República indica que a corte de julio el monto de la DE ascendía a 731,01 billones de Pesos, esta misma cifra al estar incidida por el reciente pico de la TRM que dejó el Dólar cerca de 5.000 Pesos el monto de ese pasivo ascendió a 880,49 billones, lo que representa un incremento de 28,82 por ciento (197,03 billones) por cuenta de la devaluación de la divisa nacional [1].
Actualmente la Deuda Externa representa el 50,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en otras palabras, por cada 10.000 Pesos que se producen el país debe destinar 5.070 Pesos a amortizar DE, lo que la convierte en un pasivo oneroso que asfixia el PIB y una de las principales responsables del aumento constante del Déficit Fiscal.
Es urgente romper la lógica antifinanciera de una DE a la que solo se logra amortizar los intereses pero la deuda de capital sigue intacta; esto nos deja solo tres posibles alternativas: 1) podemos declararnos insolventes y negarnos al pago lo que traería serias repercusiones macroeconómicas, 2) renegociar el pago y de esta manera aliviar la carga sobre el PIB para mejorar el desarrollo productivo y la capacidad de pago y 3) congelar el presupuesto destinado a este pasivo o reducir el monto destinado al pago del mismo.
La DE se convirtió en un círculo vicioso ya que es un pasivo oneroso cuyo monto esta inferido por la constante devaluación del Peso y los incrementos de tasas que impone la FED de EEUU, haciendo que este pasivo constantemente se incremente volviéndose impagable, y los montos destinados a la DE difícilmente logran tan siquiera amortizar sus altos intereses.
Se acerca una crisis de cuenta corriente
Ante el elevado techo del Déficit de Cuenta Corriente global y en especial de los países en vía de desarrollo, aunado a la ola inflacionaria exacerbada por el conflicto Ucrania-Rusia, se puede inferir que nos encontramos en los inicios de una nueva crisis de Deuda, que en términos de gravedad puede superar a la crisis sufrida en la década del 80 del siglo pasado.
El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz afirma que, “dada la posibilidad de que las alzas de tipos de interés y la Guerra de Rusia en Ucrania provoquen fugas de capitales a gran escala y una crisis global de deuda, es crucial que el FMI acepte los controles de capitales y reconozca que pueden ayudar a los Estados miembros a mitigar la inestabilidad financiera” [2].
Cualquier propuesta tributaria, financiera o medida que busque mitigar la brecha social y dinamizar la economía es inocua, sino se rompe la lógica antifinanciera de una DE impagable y que asfixia el PIB nacional; dinamizar la economía y evitar crisis futuras implica un cambio urgente en el modelo económico, que se centre en fortalecer y desarrollar la producción nacional y aumentar el poder adquisitivo per cápita.
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[1] Deuda externa en Colombia en tiempo de devaluación. Valora Analitik, 26-10-2022.
[2] La tarea inconclusa del FMI. La Jornada, 25-10-2022.